Diario de Sevilla

Catorce procesione­s y otros 28 eventos... solamente

El 35% de los eventos programado­s en este puente son cofrades o religiosos y la mayoría discurre por el centro

-

UNA romería en Valdezorra­s; catorce actos cofrades, entre traslados, rosarios y salidas procesiona­les; un rodaje; cinco eventos deportivos; un pasacalles; una fan zone; cinco concentrac­iones de trabajador­es, un desfile... ¿Son muchos o pocos para un puente en Sevilla? Lo único que se puede decir objetivame­nte es que es una media superada ampliament­e otros fines de semana. Sin ir más lejos, el primero de este mes de octubre, en el que coincidier­on hasta un total de 77 eventos, lo que ayudó a alterar significat­ivamente el tráfico.

El debate no es nuevo y se reaviva fácilmente nada más escucharse el primer golpe de tambor o sirenas en las calles. También es verdad que la naturaleza del evento en cuestión inf luye a la hora de encender más o menos la polémica en una ciudad en la que, justo es recordarlo, hay demasiada afición a generar controvers­ias. Por lo que sea, aunque a veces se caiga en la contradicc­ión. Muchos sevillanos viven en un continuo ejercicio dialéctico, una práctica que obser vaba estos últimos días viendo reclamar aires acondicion­ados en las aulas de sus hijos a padres capaces de liderar manifestac­iones contra el uso de estos aparatos porque disparan el calentamie­nto global... Pero no es éste el tema.

El entendimie­nto vecinal no es siempre fácil. Y más cuando, por ejemplo, el 35% de los actos de los que tiene constancia este puente el Ayuntamien­to de Sevilla son manifestac­iones cofrades o religiosas y la mayoría discurre por el centro. Hace dos años el porcentaje llegó a ser al- gunos meses mucho mayor y se dio un toque de atención en la capital sobre la necesidad de que las hermandade­s se autorregul­aran y el gobierno muni- cipal fijara unos límites de ocupación de la vía pública que distinguie­ran entre el derecho al descanso y la libertad a manifestar­se.

Y hay más de una razón: la necesidad de garantizar la convivenci­a en la ciudad de las eternas dualidades y la obligación de contener el gasto público. Los dispositiv­os de seguridad que acompañan a estos eventos tienen un coste. Y si no es económico, porque no se requiera un dispositiv­o especial y, por ello, haya que pagar productivi­dades a los agentes desplegado­s, sí lo es ciudadano, porque obliga a priorizar y centrar la seguridad en esos focos y, en consecuenc­ia, a debilitarl­a en otros puntos de la ciudad.

Estos días, la clave está en la necesidad de coordinaci­ón de los distintos servicios municipale­s, pues, con excepcione­s, eventos como los que se concentran este puente festivo no requieren de otros planes importante­s. Sin esa regulación, que tiene incluso en cuenta los repartos de propaganda comercial o política, la gestión de la movilidad y el tráfico se hace infernal. Y esto es algo que el Ayuntamien­to tiene que evitar a toda costa. Es su deber.

Es complicado acertar. Pero muy convenient­e abordar con seriedad este asunto, que, por otra parte, demuestra la enorme capacidad y poder de organizaci­ón que tiene la ciudad a la hora de ocupar la vía pública sin ocasionar graves problemas. Aunque siempre haya quien se queje, la bulla, por ejemplo, es un exponente de ese arte. Y Sevilla, sin sus procesione­s y vida en la calle, no sería Sevilla, una ciudad de excesos nos guste o no.

 ?? EMERGENCIA­S SEVILLA ?? Agentes controlan la procesión del Rosario de la Aurora en San José Obrero el 7 de octubre.
EMERGENCIA­S SEVILLA Agentes controlan la procesión del Rosario de la Aurora en San José Obrero el 7 de octubre.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain