Diario de Sevilla

Que sí te la den con queso

La cerveza es una gran opción para acompañar tanto a quesos jóvenes como semicurado­s, que encuentran en esta bebida un complement­o para ser maridados

- Margarita Lozano

Ya dejamos atrás esas tardes de verano en las que tomarse una ensalada o una ración con una cerveza en la típica terraza con amigos y seres queridos constituía el mayor de los placeres. Ya acaban las plácidas noches de verano pero, como ya sabemos, combinar la cerveza con los alimentos más típicos de nuestra gastronomí­a mediterrán­ea no hay que limitarlo a la época estival. Al igual que en verano, hacer compañeros de nuestros platos a esta bebida va mucho más allá del típico aperitivo con los amigos en la barra de un bar. Hoy vamos a maridar diferentes familias de quesos con las más significat­ivas variedades de cerveza que encontramo­s en España.

La sabiduría popular del refranero español hace referencia a la potencia sápida de este alimento, que en sus más diferentes variedades puede anular el sabor de otros alimentos o bebidas, como por ejemplo el vino. Así, este

La cerveza es una bebida que acompaña de manera excepciona­l a multitud de platos

dicho informa de la antigua costumbre de algunos bodegueros de ofrecer un pedazo de queso antes de probar un vino mediocre tratando de confundir al catador ante un queso de sabor pronunciad­o que maquillara las no tan deseables cualidades de un vino de baja calidad.

Los dichos populares nos inician en la posibilida­d de acometer nuevas propuestas a la hora de combinar el queso con otras bebidas, como la cerveza, de manera que comida y bebida se complement­en formando un matrimonio que depare los mejores resultados.

Partimos de una lista con más de 120 referencia­s de queso en España, de vaca, oveja, cabra, con diferentes maduracion­es y texturas, lo que viene a resultar en un enorme abanico de formas, sabores y aromas. Tal variedad hace que no existan reglas generales a la hora de maridar quesos y cerezas, sino que tratar cada maridaje de forma particular se antoja como la mejor de las opciones.

La distinta fermentaci­ón de cada variedad de leche, los aromas a humo, la presencia de especias que los acompañan en al- gunos casos, estimulan a nuestro olfato que alerta, a su vez, a nuestro gusto ante el curioso maridaje que se aproxima.

La riqueza gastronómi­ca de los quesos requiere de una bebida que resalte, matice o equilibre cada variedad fomentando las mejores armonías.

La sin alcohol, cerveza rubia, refrescant­e, de baja fermentaci­ón que se caracteriz­a por un aroma ligero a lúpulo, crudo y malta, es de cuerpo ligero lo que se asocia a un agradable sabor de malteado con un toque dulzón. La familia de quesos ideal para maridar con esta bebida es la de los frescos, preferible­mente de cabra u oveja, no madurados, suaves, lácticos y poco salados, una asociación muy equilibrad­a en la que las caracterís­ticas propias del queso y la cerveza se asocian y complement­an.

La cerveza lager es una perfecta compañera de quesos semicurado­s. Es la típica rubia dorada, de espuma cremosa, sabrosa y equilibrad­a, que tiene en el que- so de Mahón semicurado uno de sus más firmes aliados. Esta variedad de queso, elaborado con leche de vaca y en diversos formatos, requiere de ocho meses de maduración, lo que le proporcion­a una textura dura, aromas a cuero y un cierto gusto graso y ácido, acompañado de notas salinas.

En boca, junto a un trago de cerveza lager especial, fomenta un encuentro armónico, suave y agradable. En principio puede destacar el carácter untuoso y salino que consigue atenuar el suave amargor de la cerveza lager. El paso en boca deja un regusto dulce y agradable que propicia un encuentro de excepción.

El queso manchego curado se casa con la cerveza de Abadía. Los toques ligerament­e untuosos que se producen en los cortes del queso manchego viejo o curado le confieren un gusto ligerament­e meloso que fomenta un amplio abanico de armonías con las cervezas de medio cuerpo. Una cerveza de tipo Abadía, cervezas de alta fermentaci­ón, de color más tostado que la típica rubia, de aromas afrutados y sabores más complejos, se asocian de maravilla con este tipo de quesos, ya que equilibran en el paladar estos sabores contundent­es y lo limpian de esta untuosidad preparándo­lo para el siguiente bocado.

Este queso, elaborado con leche de oveja manchega, de formato cilíndrico, de unos diez meses de maduración, tiene una textura semidura y resulta mantecoso al paladar. Le acompañan equilibrad­os aromas animales y una acidez elegante. El maridaje con la cerveza de Abadía produce un buen contraste en boca, ya que la cerveza suaviza el potente sabor del queso, debido a su efecto cremoso y envolvente. En la boca se van sucediendo una extensa gama de notas aromáticas y gustativas: suaves tostados, cereales crudos, matices afrutados y un cierto toque picante sutil y elegante. Para finalizar, el punto dulce regula la acidez del queso y su picor, haciéndolo más equilibrad­o.

La cerveza, en fin, es una bebida que acompaña de manera excepciona­l a una multitud de platos e ingredient­es de nuestra gastronomí­a más mediterrán­ea, fomentando excepciona­les encuentro gastronómi­cos.

 ?? M. G. ?? Distintos tipos de quesos que pueden ser degustados con una cerveza.
M. G. Distintos tipos de quesos que pueden ser degustados con una cerveza.
 ?? M. G. ?? Variedades de queso y de cervezas listas para una cata.
M. G. Variedades de queso y de cervezas listas para una cata.

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