¡OH SUSANA!
YA lo he escrito otras veces: Susana Díaz no tiene mejor jefe de campaña que el PP. En su comparecencia en el Senado los populares han actuado como la mejor cuadrilla, poniéndole el toro en suerte para que entre a matar el próximo 2 de diciembre. La suerte le acompañará o no, pero si no gana no será porque los hombres de plata del PP no hayan hecho lo posible para que salga a hombros por la puerta de las urnas camino de San Telmo.
El Gobierno de Sánchez no lo puede estar haciendo peor, la humillante sensación de ceder ante Podemos no puede ser más hiriente, no hay semana no adornada por desdecirse de lo dicho, por otra metedura de pata de Carmen Calvo o por algún gesto populista. Pero en diciembre no se vota el Gobierno de España, sino el de Andalucía, y aunque finjan llevarse bien y un éxito en Andalucía reforzaría a Sánchez, nadie ignora que Susana y Pedro se llevan como el perro y la gata. El PP está logrando que el escándalo de los ERE –comparable, si no mayor, que el Gürtel o los del PP valenciano– pasara a segundo plano en la comparecencia ante los torpes y a veces groseros ataques dirigidos contra Susana Díaz y, de rebote, con esa torpeza característica de los populares, a los andaluces.
“¡Con esta mujer no hay quien pueda!” dijo el senador admitiendo su derrota en una anticipación del 2-D
Solo el clientelismo no explica los éxitos andaluces del PSOE ni justifica los fracasos del PP. Según el senador Aznar el “descontrol” de la Junta y la corrupción han tejido “una red clientelar a base de dinero público para impedir la alternancia política”. No, mire usted, ni todos los andaluces que votan al PSOE están comprados con dinero sucio ni el PP pierde por ello elección tras elección. Tampoco hablamos los andaluces con “gracejo” ni de una forma “graciosa” sino con nuestra rica habla. Y nos callamos o hablamos cuando nos da la gana y no –como el señor Aznar dijo– cuando Susana Díaz alza la mano. No somos perros adiestrados. Hay críticos, y muchos, con el largo gobierno socialista de la Junta. Un servidor entre ellos. Pero es obligación de la oposición ejercer la crítica razonada, no el pataleo.
Piensen los populares que si mal lo ha hecho el PSOE-A, peor lo han hecho ellos al no ser capaces de ofrecer una alternativa. Salvo, y por eso es la única justificación que les queda, que todos los que no votan al PP estén comprados por la Junta. “¡Con esta mujer no hay quien pueda!” concluyó el senador admitiendo su derrota en una anticipación del 2 de diciembre.