En la Franja de Gaza, Kosovo, Senegal, Túnez
Premio de la Fundación Jiménez-Becerril, fue con su cámara a la Franja de Gaza. Su mapa-mundi profesional incluye Uzbekistán, India, China, Kosovo, Sudáfrica, Senegal, Guinea Bissau, Marruecos, Túnez... ve con la presidenta del Leganés y con Ronaldo Nazario, de jugador a dueño del Valladolid. No me gusta el fútbol, pero me interesa muchísimo.
–¿Viajar le ha cambiado?
–La verdad es que no. Es un tipo de vida que me ha hecho ser quien soy para lo bueno y para lo malo. Cuando volví de la Franja de Gaza, un fotógrafo me dijo en Francia que me había cambiado la mirada. Le dije que simplemente estaba muy cansada. –¿Qué vio en Gaza?
–El horror a unos niveles que no deberían existir.
–¿Una imagen del horror? –Niños decapitados.
–¿Después de Murillo fotógrafo, Magallanes fotógrafo?
–No soy tan oportunista. Mi padre sí ha cruzado el Atlántico. –¿Trabaja con políticos?
–Con Antonio Avendaño hice el libro Una cámara en la Cámara, qué ocurre en el Parlamento cuando se van las cámaras. En la presentación estuvo mi madre, que trabajó de enfermera en el Hospital de las Cinco Llagas.
–La exposición se clausura el día que empieza la campaña electoral de las andaluzas...
–Me encanta el trabajo alrededor de los políticos. Me contrató Moncloa para fotografiar a Angela Merkel y Pedro Sánchez en Doñana. Los fotografié con sus parejas paseando por las dunas. En la campaña de 2008 hice 48 horas en el avión de Zapatero.
–¿A cuál de los dos le gusta más la cámara?
–Más que gustarle, entienden la importancia que tiene. Han demostrado un aire de modernidad lejos del ensañamiento que se está generando en torno a ellos. –¿Quiénes son los últimos que abandonan el Parlamento?
–Yo creo que las limpiadoras. –¿Tiene la maleta preparada? –Yo no viajo si no es trabajando. En Túnez estuve en la Primavera Árabe. Lo de Venecia fue horrible. Tenía que levantarme a las cuatro de la mañana y me iba a mi casa cuando salía el sol. Todo en Venecia es una literatura del absurdo. Hay hasta un turismo de guerra y de catástrofes. En la guerra de Siria se ha visto a algún que otro japonés haciendo fotos.