La regata más verdiblanca
El Betis vence al Sevilla en las cuatro categorías principales
CUANDO culés y béticos anden reparando fuerzas en las duchas del Camp Nou, en Nervión comenzará el que quizás sea el partido más interesante de la jornada, pues competirán los más cercanos perseguidores del coloso azulgrana. El Sevilla discurre por donde suele, pero no así el sorprendente Espanyol de Rubi, que está cuajando una Liga de escándalo. Un partido pleno de interés y que pone frente a frente a dos técnicos emergentes.
El Sevilla vino de Turquía sin que el miedo pasado se le haya salido totalmente del cuerpo. Mediante un segundo tiempo horrible, el equipo de Machín vio cómo le revoloteaba sobre su cabeza el fantasma del desahucio continental y eso imprime carácter. Por lo pronto le habrá imprimido el conocimiento de la realidad que acarrea el fracaso y aunque éste no se produjo, su proximidad debe haber hecho efecto hasta lograr un Sevilla más concentrado y menos suficiente.
Compromiso fuerte el de esta tarde ante los periquitos de Cornellá. Ha conseguido el competente Rubi sincronizar una máquina como ha tiempo no veía su clientela, esa clientela sufridora y sojuzgada de forma atávica por el omnipotente vecino. Tras haber hecho caja con la venta de Gerard Moreno, el Espanyol ha encontrado en los goles de Borja Iglesias la panacea y ahí anda, echándole el aliento en el cogote a un enemigo de siempre y al que pocas veces inquietó.
Rubi tiene muchísimo que ver, como lo tiene Machín de cuanto consigue el Sevilla. Dos entrenadores emergentes, pero que se han ganado a pulso estar hoy día dirigiendo a dos clásicos de la Liga. Todo será cuando haya concluido el pleito del Camp Nou, al que acudirá el Betis con esa ilusión recobrada en la noche del jueves gracias a una hora de gran fútbol frente al Milan. Tarde de domingo con sabor a fútbol de verdad, ese que tan en vilo pone a esta Sevilla nuestra.
Tras lo del Camp Nou, Sevilla y Espanyol van a dirimir quién persigue más de cerca al coloso