“La máxima en trasplantes es que no haya enfermos en lista de espera”
Se ha elevado a las sociedades científicas para que evalúen si procede o no cambios en los protocolos”
–Los equipos de trasplantes en el Hospital Virgen del Rocío han lamentado recientemente la muerte de dos pacientes. Los riñones que recibieron estaban infectados por el virus del herpes simple. Casos excepcionales, pero ¿podrían evitarse?
–Se cumplieron todos los protocolos vigentes, a nivel nacional e internacional. La suma de múltiples factores hicieron imposible que se detectara el virus, inclusive en el momento en el que los pacientes, que presentaron una excelente evolución inicial, co- menzaron a tener complicaciones. Fue fulminante. A pesar del esfuerzo de múltiples especialistas, expertos en infecciones, UCI, microbiología, nefrología, urología... no se supo cuál era la causa que llevó al fallecimiento de los receptores. Desafortunadamente en la literatura de Medicina se refleja que, en un 80% de los casos, sucede esta situación. Es decir, hasta que no se realiza la autopsia no se logra averiguar (por improbable) que se trata el virus herpes simple.
–Los protocolos excluyen órganos afectados por infecciones. –Debemos subrayar que existen unos requisitos muy estrictos pa- ra evitar la transmisión de enfermedades a los receptores; si bien el riesgo cero no existe hoy en día. Se siguen fielmente los protocolos establecidos. Cuando hay alguna duda se hacen todas las pruebas necesarias para minimizar la posibilidad y el riesgo. No obstante, existen casos desafortunados, como el que hemos vivido recientemente. La falta de expresión habitual de una enfermedad hace imposible su detección a pesar de todos los tratamientos y medidas instaurados. Se trata de una situación desafortunadamente anecdótica, pero cuando se presenta, la mortalidad es muy elevada.