El Sevilla, a Mestalla con ansias de descartar al Valencia
El Sevilla comparece ante su, a priori, rival directo con diez puntos por encima y mirando otra vez de reojo al Barça La primera final frente al Krasnodar obliga a Machín a madurar su once
A la hora de la verdad será un once contra once, como todos los partidos de fútbol, pero a priori, este Valencia-Sevilla se presenta con unos condicionantes que lo convierten en un duelo distinto. Diez puntos de diferencia entre dos clubes llamados a luchar por los mismos objetivos y con dos presupuestos muy parejos, con una rivalidad que se recrudeció en los últimos tiempos y mucha exigencia en ambas plazas.
El equipo de Pablo Machín, que salvó los muebles hace una semana en Mendizorroza en una segunda mitad en la que planteó su versión más agresiva, sigue empeñado en seguir arriba en la tabla, codo con codo con el Barcelona y el Atlético y poniendo tierra de por medio con los equipos llamados a tener muchos más puntos de los que acumulan hoy en día. Son los casos de Real Madrid, que no acaba de salir de la crisis, y también de un Valencia al que visita hoy y que cualquier analista futbolístico habría citado antes del comienzo del campeonato como el principal rival directo de los ner vionenses por esa cuarta plaza que da derecho a entrar en la Champions por la vía de una eliminatoria previa.
Incluso podría decirse sin riesgo a equivocarse que el club valencianista está un punto por encima en cuanto a poder y estatus en el fútbol nacional pese a los títulos conquistados por el Sevilla, como muestra lo ocurrido el pasado verano con un jugador pretendido por el equipo de técnicos que encabeza Joaquín Caparrós y que prefirió el proyecto del Valencia al sevillista por el hecho de disputar la máxima competición continental a nivel de clubes. El caso Batshuayi resume el componente aleatorio de este