Una enfermera de la cárcel de Huelva pudo envenenar a seis compañeros
A la sanitaria se le imputa un delito de lesiones y otro contra la salud pública, y ahora se encuentra en libertad con cargos
Una trabajadora de la Enfermería de la cárcel de Huelva quedó en libertad con obligación de comparecer en el juzgado los días 1 y 15 de cada mes por el envenenamiento de seis funcionarios producido el pasado mes de noviembre en el penal. La titular del Juzgado de Instrucción 2 de Huelva le imputa dos delitos tras su detención el pasado mes de diciembre: uno de lesiones y otro contra la salud pública.
Todo apunta a que los “celos profesionales” de la acusada hacia un compañero del centro penitenciario podrían ser el móvil de los hechos. Según las fuentes consultadas por este periódico, ambos aspiraban a ocupar el cargo de coordinador de Enfermería. Sin embargo, el concurso no se resolvió hasta mediados de diciembre, por lo es posible que esta funcionaria quisiera poner el parche antes de la herida y apartar de su camino a su rival de la peor forma. Finalmente, la plaza fue para el principal perjudicado.
Y no fue la primera vez que esta sanitaria intentó el envenenamiento del compañero en cuestión. Tal circunstancia afloró después de conocerse la intoxicación masiva del 15 de noviembre. Ni si- quiera los afectados habían relacionado hasta entonces aquellos hechos con el último incidente.
Hasta en tres ocasiones intentó intoxicar la imputada al trabajador de la penitenciaría. En una ocasión lo hizo introduciendo una sustancia tóxica en unas lentejas durante el almuerzo, aunque en aquel episodio el mal sabor de la comida alertó al funcionario, que logró esquivar el ataque.
El primer intento de intoxicación contra el ahora coordinador de la Enfermería se produjo en septiembre. El último, en la primera semana de noviembre, apenas siete días antes del envenenamiento de los seis sanitarios.
La mujer, según aseguran las fuentes, tiene acceso directo a la Farmacia, por lo que no le supuso ninguna dificultad conseguir metadona, sustancia con la que fueron drogados los trabajadores durante el desayuno del pasado 15 de noviembre. Al parecer, quiso intoxicar a su víctima, pero se le fue la mano y envenenó a los seis.
Parte de la causa judicial continúa bajo secreto y se está a la espera de la recepción de los resultados de las analíticas de los alimentos que los enfermeros ingirieron en aquella jornada. Todos se encuentran en este momento de baja psicológica por estos hechos.