El 98% de los sevillanos no saben bien
Lo hacen sólo por un lado de la boca y, en la mayoría de los casos, la causa es una mala disposición de los dientes
El 98% de los ciudadanos de Sevilla no saben masticar de manera correcta. Aprender a masticar desde niños, a masticar correctamente, ayudará a evitar molestias como dolor de estómago, dolor de cabeza o de cervicales, que pueden llegar a ser crónicos.
Más de la mitad de la población de Sevilla mastica sólo por un lado de la boca y, en la mayoría de los casos, la causa es una mala disposición de los dientes. La boca es una unidad morfofuncional y, masticar sólo por un lado de la boca lleva a una descompensación de las articulaciones temporomandibulares y de los dientes.
Por otra parte, los malos hábitos, como una posición adelantada de la lengua, mantienen una deglución atípica, que produce mayor avance mandibular y mayor mordida abierta. “Si la función es errónea, la forma también”, se- ñala el doctor Ismael Cerezo, implantólogo, director médico de Cleardent y colaborador de Compromiso y Seguridad Dental.
La no corrección de hábitos como la respiración oral, la interposición lingual o el chupeteo del dedo, de manera precoz, produce una alteración del desarrollo. En esos casos, es necesario corregir el problema mediante ortodoncia, prótesis y otros tratamientos.
“Sin embargo –indica el doctor Cerezo– arreglar un problema sin tener en cuenta la causa, va a producir una recidiva”. Una boca que no puede masticar bien, ya sea porque los dientes están mal colocados, por una erupción anómala de un cordal, una prótesis mal diseñada… va a llevar a problemas a otros niveles que no se van a quedar sólo en la boca.
La ortodoncia está de moda, pero las razones para hacerla son muy distintas para el paciente y para el odontólogo. El primero primará la estética, el segundo querrá corregir la morfología de la boca y mejorar su funcionalidad. En el caso de los implantes, a menudo es recomendable realizar una ortodoncia previa, porque “poner implantes en una boca que no tiene un buen equilibrio –explica el doctor– va a condicionar la función tanto a corto como a largo plazo”.