Alaya y su marido, en el arranque de Mercasevilla
La defensa del ex director general de Mercasevilla Fernando Mellet planteó ayer, al inicio del juicio que deriva del delito societario en la gestión de la empresa pública mixta, la supuesta “parcialidad” de la juez Mercedes Alaya como magistrada que instruyó en su día esta causa, en relación con la labor que desarrolló su marido, el auditor Jorge Castro.
La cuestión fue planteada por el abogado José Manuel Carrión, que representa a Fernando Mellet, pero ya había sido formulada durante la fase de instrucción de esta causa, cuando se recusó a la juez Mercedes Alaya por la supuesta pérdida de imparciali- dad por el hecho de que su marido, el auditor Jorge Castro, había auditado las cuentas de Mercasevilla con anterioridad al inicio de la investigación.
El letrado José Manuel Carrión aportó un informe de auditoria que pone de manifiesto una supuesta falta de control de las cuentas en la etapa en la que intervino como auditor el marido de la juez y que indicaba que había un déficit de 1,8 millones de euros en las cuentas de la lonja. El abogado dijo que parece que se le hubiera “cogido manía” a su cliente, quien por el hecho de haber cesado al marido de Alaya “no debía haber sido investigado” por la instructora.
No obstante, la Audiencia de Sevilla rechazó esta cuestión previa porque el cauce que debía haberse seguido –como también ha apun- tado la Fiscalía– era el de plantear un incidente de recusación, pero “no se puede al inicio del juicio oral recusar a la instructora”. El fiscal afirmó en este punto que la defensa pudo haber planteado en este punto un nuevo incidente de recusación, por lo que “no procede la nulidad de las actuaciones”.
El tribunal también rechazó acumular a este juicio otras investigaciones que fueron separadas en su día por la juez María Núñez Bolaños. El magistrado que preside el juicio señaló que todas las macrocausas que contienen un gran volumen de documentación y piezas separadas “son un reto para ser manejadas en la Justicia Penal”, un reto para el que –dijo– no hay “soluciones perfectas”.
Las defensas también plantearon que hay en este juicio testigos que figuran como investigados en otras de esas piezas cuya acumulación se solicita, a lo que el presidente del tribunal dijo que tendrá que hablar con el ponente porque sólo caben dos opciones: “Que un testigo pueda decir aquí que mató a Kennedy” y el tribunal le garantice que no podrá usarse en el otro procedimiento en el que figura como investigado. Y la segunda opción es que diga: “Me agarro a la Quinta Enmienda”, dijo el magistrado, en alusión a que pueda usar su derecho a no declarar aunque haya sido propuesto como testigo.
El tribunal rechaza la petición de la defensa que pedía la nulidad por la supuesta “parcialidad” de la juez que instruyó la causa