Ricardo Pachón, un hacedor al frente del Instituto del Flamenco
● El veterano productor sevillano queda el primero en el concurso público convocado por la Junta para impulsar las políticas andaluzas del arte jondo
La Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico anunció ayer en su web que el productor Ricardo Pachón obtuvo la mayor puntuación en el concurso público abierto para la contratación de la nueva dirección del Instituto del Flamenco, puesto vacante desde que el equipo de Patricia del Pozo destituyera en marzo a la gaditana María Ángeles Carrasco del cargo que ocupaba desde junio de 2010.
Ricardo Pachón no canta, no baila y aunque toca la guitarra, rara vez lo ha hecho en público. Sin embargo el flamenco del último medio siglo sería muy distinto de lo que es sin él. Su nombre está en los créditos de algunos de los discos más importantes de la música popular española de todos los tiempos: Nuevo día, Veneno, La leyenda del tiempo o Blues de la frontera llevan su firma como productor. Y es que, si alguien tiene una idea, un proyecto, una intuición, luego se tiene que poner en práctica. Ricardo Pachón es un hacedor, alguien que no se limita a soñar en su habituación sino que lleva su sueño, y el de los demás, a la práctica. Y él ha llevado a la práctica el sueño de muchos. Sin su participación, Smash, Lole y Manuel, Veneno o Pata Negra no hubiesen existido. O, como digo, habrían sido de otra manera.
Ricardo Pachón Capitán (Sevilla, 1937), doctor en derecho Comunitario europeo, es uno de los primeros productores del flamenco, con Gonzalo García Pelayo. Además es un gran coleccionista, con un archivo sonoro y audiovisual increíble, una caja de sorpresas, todas agradables. Grabó desde los años 60 a cientos de artistas en los festivales andaluces y en reuniones, registros que poco a poco ha ido dando conocer. Así, gracias a él, conocimos a Camarón, Perrate o Fernanda en la intimidad. También a La Paquera, Chocolate, Naranjito, etc. En los 70 concibió el flamenco-rock, a imagen y semejanza del disco Rock encounter (1970) de Sabicas-Joe Beck, produciendo al grupo Smash. Uno de sus miembros, Manuel Molina, creó, junto a Lole Montoya, Juan Manuel Flores y el propio Pachón como productor, el mítico dúo Lole y Manuel, de flamenco hippie, flamenco rock, flamenco de autor, flamenco pop, flamenco de cámara. También produjo otros discos legendarios de la época como Veneno (1977), una obra inclasificable y genial, aún no superada, La leyenda del tiempo (1979) de Camarón, la mayoría de los discos de Pata Negra, incluido Blues de la Frontera ( 1987), así como espectáculos impagables como Triana pura y pura (1983) donde conocimos el carácter sexual de los tangos de negros de Triana. También series de televisión míticas como El Ángel (1984), donde juntó a Curro Romero con Fernanda, Camarón, Pata Negra y Lole y Manuel. Y ha producido a artistas más jóvenes como Macanita o Tomás de Perrate.
Ricardo es un hacedor e hizo que algunas de las posibilidades más fructíferas del flamenco del final del siglo XX, del flamenco pop, del flamenco rock, del flamenco blues, del flamenco punk, del flamenco sinfónico, del flamenco poético, o simplemente del flamenco, ocurrieran. Es un buscador incansable y tiene una intuición genial para descubrir el talento donde menos se lo espera.
Sin Pachón, Smash, Lole y Manuel, Veneno o Pata Negra habrían sido de otra manera
En su nuevo cargo, según recogen las bases del concurso público, ejercerá “las tareas de dirección y administración de todos los programas y actividades de flamenco que se desarrollen en la Agencia, la coordinación e impulso de las políticas relacionadas con el flamenco, su conservación, difusión y recuperación, su integración en el mercado musical y consolidación como industria cultural, promoción del flamenco a nivel internacional, formación, investigación y aprovechamiento del flamenco como recurso turístico y educativo, producción de espectáculos y apoyo a festivales, y las medidas de apoyo para la promoción del tejido profesional y asociativo del flamenco”.