¿Por qué sigue ardiendo?
Muy sencillo. Divide y vencerás. En las últimas fechas se están moviendo cielo y tierra para dividirnos. Arde Cataluña, cambian un cadáver de sitio. ¿Y todo esto para qué? ¿Es acaso nuestra política un partido de fútbol (que se empeñan en aplazar)? Es más bien un enfrentamiento entre ultras. ¿Y qué hacer? Fácil. Olvidemos signos, religión, raza e incluso sexo. Abracémonos todos ante el fuego. Quizás así se comience a vislumbrar la luz al final de este túnel. Ricardo Pineda (correo electrónico)