El dueño de la finca en la que murió Julen se libra de la cárcel
Los padres recibirán una indemnización de 180.000 euros después del pacto alcanzado por las partes
David Serrano, el único acusado de la muerte de Julen, el menor de 2 años y medio que cayó a un pozo en una finca del municipio malagueño de Totalán, no entrará en prisión al quedar suspendida la pena de un año a la que ha sido condenado por un delito de homicidio por imprudencia grave.
El pacto, alcanzado un día antes entre las acusaciones y su defensa para evitar la celebración del juicio, supone, no obstante, el pago de una indemnización total de 753.482 euros, de los que unos 180.000 corresponden a los padres y, la suma restante, a la Junta de Andalucía como máxima responsable de las labores de emergencias por el coste que le ocasionó el rescate.
Durante la lectura de la resolución judicial, el titular del juzgado de lo penal 9, Ignacio Navas, afirmó que no considera que el dueño de los terrenos en los que se produjo el fatal desenlace aquel 13 de enero de 2019 sea “una persona peligrosa”, por lo que entiende que el ingreso en prisión no es “preciso para modificar su conducta”. También se ha tenido en cuenta el reconocimiento tardío de los hechos para rebajar la pena de reparación del daño.
La pena queda así suspendida, aunque el condenado estará sujeto al cumplimiento de varias obligaciones. Una de ellas, no cometer ningún delito en un periodo de dos años a contar desde ayer.
Por su parte, el padre del niño fallecido en el pozo, David Serrano, dijo tras escuchar la sentencia que “satisfecho nunca” va a “quedar”. En cuanto al dueño de la finca, Serrano admitió que la “condena” la va a “llevar de por vida” y añadió que tratará de afrontar su futuro “de la mejor manera posible”, pero es consciente de que no será “fácil llevar en la espalda” la caída mortal del niño a un pozo de más de 100 metros.