“La felicidad no mola nada en una serie”
El también productor ejecutivo de ‘La que se avecina’ aborda los miércoles en Telecinco este otro retrato coral
– La que se avecina, El pueblo ¿se sienten a gusto en Contubernio, su productora, con el retrato, o caricatura, coral?
–La sociedad y la evolución de nuestras convenciones, de nuestros pensamientos, siempre ha sido un campo fértil para la comedia. Es mi especialidad, nos gusta contar lo que observamos y retorcerlo.
–No hay nada como una convivencia de vecinos, con todo lo que se cotillea en una escalera, en un barrio, en un pueblo.
–En este caso hicimos de la necesidad, virtud. Nos encanta hacer sitcoms, pero no podíamos hacer series en España de media hora. Con una serie coral podíamos hacer capítulos largos, con ritmo. Con muchos personajes no caes en el culebrón. Fue una solución que nos vino bien. Y para alimentar esos personajes, contemplar el día a día.
–¿ El pueblo es un paso adelante respecto a Montepinar con menos chiste, menos disparate?
– El pueblo tiene menos de parodia y crueldad: es más un reflejo de la sociedad que responde al problema de la deshumanización en las ciudades mientras se deshabita el medio rural. Nos sale un retrato más tierno y cada historia nos pide algo distinto. Aquí no hay plató, El pueblo nos lleva a un relato más natural. –Pero para hacer comedia hay que hacer sufrir, y todo lo que sea posible, a los personajes.
–La felicidad no mola nada en una serie. En una historia los personajes tienen que vivir en el conflicto. Una persona feliz no hace gracia, parecería idiota. Al espectador le parece divertido que en una comedia los personajes lo pasen muy mal.
–La caída, el pastelazo.
–El guionista Preston Sturges decía que no había nada que superara a una caída con un plátano. Cuando ves a alguien hacer el ridículo es inevitable que te haga reír, o al menos que te mueva a la comedia. –¿Fue premeditado convertir El pueblo en una serie de plataforma cuando se estrenó en Amazon Prime en primavera?
–No, se dieron las circunstancias. Grabamos dos temporadas de ocho capítulos, en dos veranos, hilvanadas. En Amazon se emitirá la segunda temporada después del estreno en abierto en Telecinco, porque si no se formaría un gran spoiler para los seguidores.
–¿Han llegado a la fórmula para que una serie de pago también pueda tener un consumo masivo en abierto?
–No es el caso. El pueblo estaba concebida en abierto aunque se ‘preestrenara’ en Amazon. Pero ya tenemos la experiencia. Creo que hay que empezar a dejar de hacer distinciones: hay series buenas y malas. En las plataformas hay series de éxito muy limitado que en abierto no las vería ni Dios. Estamos en una fase muy temprana del negocio. Lo importante siempre será que te vea el mayor público posible. Se ha creado un cisma entre lo comercial y lo premiable. Parece que tener éxito de audiencia en este país es un estigma. Con La que se avecina habríamos podido hacer diez comedias cortitas muy radicales y nos premiarían mucho.
– La que se avecina lidera todas las madrugadas en FDF.
–El público de las plataformas aunque consuma series actuale busca historias ya vistas que le gustan. Lo que más se ve al final es Friends, Big Bang. que son las ficciones que además más se paga por tener su exclusividad. Y en FDF el público busca La que se avecina.
–¿ El pueblo conseguirá el efecto karaoke de los capítulos tan repetidos de los vecinos?
–Es un honor que el público te quiera. Que te vea otra vez aunque sepa de memoria los diálogos.
–¿Qué hará tras El pueblo? –Estamos en otra tanda de La que se avecina, con la segunda mitad de la temporada 12. Estamos a la espera de las audiencias de El pueblo. Argumentalmente está cerrada pero estamos a la espera de retomarla. Y para no aburrirnos estamos con unos cinco proyectos de series. Preparando proyectos de todo tipo que, sobre todo, nos diviertan. –¿Haría una sátira política?
–Es difícil superar a la realidad. El que quiera comedia política que vea el Telediario.