La Policía investigará si hay más implicados en el asesinato de Marta
El juez ordena comprobar las nuevas pistas aportadas por la familia
La Policía Nacional de Sevilla investigará el nuevo giro en el caso por el asesinato y la desaparición de Marta del Castillo, que se ha producido once años después del crimen. El juez de Instrucción número 4 de Sevilla, Álvaro Martín, ordenó ayer en un auto a la Policía que investigue las nuevas pistas aportadas por la familia de Marta del Castillo, tal y como adelantó este periódico el pasado lunes, en relación con la fuerte discusión que, según la última versión de Miguel Carcaño, está detrás de la muerte de la joven y que se habría producido para intentar ocultar que habían cometido un delito de estafa y falsedad en la solicitud de un préstamo para la vivienda de León XIII.
El juez ha reabierto, en concreto, la causa en la que se investigó por un delito de homicidio a Francisco Javier Delgado, hermano de Miguel Carcaño, que fue archivada en mayo de 2013, después de Carcaño acusara a su hermano de matar a Marta de dos golpes con la culata de una pistola, tras una fuerte discusión por motivos económicos. Tras incorporar esa documentación a esta causa, el juez decidió ayer reabrir la causa y ha dictado un oficio en el que ordena al mismo grupo policial que hasta ahora venía investigando el caso que indague sobre los nuevos hechos denunciados por l os familiares de Marta y emitan un informe.
En el auto, el juez acuerda la “comprobación” de los nuevos hechos denunciados por la familia, “la veracidad que pudiesen tener y si de ellos resulta hecho o resultan hechos que pudieran ser conducentes a esclarecer el lugar en que se encuentre el cuerpo de Marta del Castillo o la posible participación en su muerte de terceras personas que hasta la fecha no estuviesen enjuiciadas por tales hechos”, recoge literalmente el auto del magistrado.
Esta causa que ahora se ha reabierto se encontraba archivada provisionalmente desde el año 2013, cuando el anterior titular del juzgado, Francisco de Asís Molina, rechazó la versión de Carcaño, al considerar que la misma era “inverosímil y fantasiosa”.
La abogada de la familia, Inmaculada Torres, considera que las nuevas pistas pueden representar la “última oportunidad
de hacer Justicia y encontrar el cuerpo de Marta”, por lo que pidió al juez Álvaro Martín que declarase el secreto de sumario mientras se llevaba a cabo la investigación. La acusación reclamaba además al instructor que se encargara la investigación al grupo de Homicidios y Desapa
recidos de la Unidad Central de Delincuencia Especializada y Violenta, que está especializado en casos no resueltos.
Y también que se practicaran cuatro declaraciones para acreditar estos hechos: la de Miguel Carcaño; del padre de Marta, Antonio del Castillo; de Francisco
Javier García Marín, el Cuco; y del supuesto infiltrado en el entorno de la familia del Cuco, Pablo B. De momento, el juez no ha considerado necesario practicar estas pruebas, más allá de la investigación policial encomendada a la misma unidad que en su día se encargó del asesinato.
Con los nuevos indicios aportados al juzgado, la familia de Marta pretende acreditar la “veracidad” de la última versión del crimen ofrecida por Carcaño –la séptima desde que fue detenido como principal autor del asesinato–, y que revelarían que el motivo de la discusión que habría acabado con la muerte de la joven no fue un “simple impago de la hipoteca, sino el encubrimiento de un delito de falsedad documental y estafa en la que estarían implicados no sólo los dos hermanos, sino terceras personas que facilitaron o participaron en la contratación de la hipoteca” del piso de León XIII, donde se produjo el asesinato de Marta.
Los nuevos datos, según el escrito presentado en el juzgado por la abogada Inmaculada Torres, surgieron gracias a la colaboración del propio Miguel Carcaño, tras la reunión que mantuvo en la prisión de Herrera de la Mancha –donde cumple su
condena– el 24 de febrero de 2017 con el padre de Marta, Antonio del Castillo.
Tras ese encuentro, Carcaño le envió una carta al padre autorizándolo a solicitar la documentación presentada en el BBVA para la concesión del préstamo hipotecario. También le envió otra carta a la letrada de la familia ofreciéndose a otorgarle incluso un poder notarial para que pudiera acceder a la documentación, aunque al final no hizo falta dicho poder. Todos esos documentos falsos aparecieron en el curso de una averiguación patrimonial realizada por la Audiencia de Sevilla, después de que Miguel Carcaño plantease pagar a los padres 20 euros mensuales de indemnización.
Y es ahí donde se ha conocido que en octubre de 2009, unos meses antes del asesinato de Marta del Castillo, una sucursal del BBVA de Dos Hermanas le concedió un préstamo hipotecario por importe de 108.622,44 euros para la adquisición de la vivienda de León XIII, en una operación en la que, según la acusación particular, el “más beneficiado fue Francisco Javier Delgado, pues no sólo se quedó en posesión del inmueble, sino que percibió 32.420,44 euros” en un cheque nominativo que habría sido ingresado en la cuenta de su socio en el bar Dseda.
Para lograr el crédito, Carcaño aportó un contrato de trabajo por tiempo indefinido como ayudante de camarero en el bar El Menos dos Grados de La Rinconada, varias nóminas de junio a agosto de 2008 por importes de entre 1.200 y 1.400 euros mensuales, un informe de vida laboral en el que constaba de alta en la empresa desde el 3 de septiembre de 2008, y un certificado del dueño del negocio indicando que Miguel cobraba los fines de semana 480 euros en concepto de horas extraordinarias.
Todos esos documentos –vida laboral, contrato indefinido, nóminas, certificado de empresa y el resto– son falsos, dado que Carcaño nunca trabajó en ese bar y otra sospecha surge del hecho de que la sociedad tenía como objeto social la compraventa de bienes inmobiliarios, una finalidad muy alejada de la explotación de un bar.
Estas revelaciones llevan a la acusación particular que ejerce Inmaculada Torres a considerar que la discusión que tuvo lugar entre los hermanos “no vino motivada por el simple impago de una hipoteca, sino algo mucho más grave”. La acusación considera que estos datos muestran el auténtico “móvil de la muerte de Marta”, que va más allá de esa discusión, puesto que tras la muerte de Marta se escondería una estafa y una falsedad documental en la que estarían implicadas más personas.
En noviembre de 2008 Carcaño sacó dinero de la cuenta donde se cargaba el préstamo y la dejó sin saldo para pagar el recibo de la hipoteca. En diciembre el préstamo se pagó con recargo y en el mes de enero de 2009 se produjo el primer impago, por lo que el director del banco avisó y el 22 de enero, dos días antes del asesinato de Marta, se realizó una transferencia por importe de unos 1.000 euros cuyo emisor no está identificado, de lo que la acusación concluye que podría conducir al descubrimiento de una “trama de estafas y falsedades para la concesión de hipotecas”. Y esto es lo que debe averiguar ahora la Policía.
Álvaro Martín
Juez de Instrucción 4
Se acuerda comprobar la posible participación en su muerte de terceras personas”