Mi vecino tiene poderes
Cuando hablamos de películas o series de superhéroes hoy en día, automáticamente somos capaces de asociar esa idea a las grandes producciones de Hollywood, que se encuentran prácticamente monopolizadas por las dos titánicas industrias del cómic, como son Marvel y DC, que este pasado año nos presentaron unos filmes tan notables como Vengadores: Endgame o Joker. Nos hemos acostumbrado a este tipo de filmes y series, que siempre suelen estar en boca de todos y que llevan consigo la fórmula del éxito con la que consiguen entretener prácticamente a cualquier tipo de espectador y recaudar miles de millones en todo el mundo. Llevábamos tanto tiempo acostumbrados a ver ese lado utópico de la realidad, repleta de superhéroes inmaculados como dioses del Olimpo, que ya iba siendo hora de que nos enseñasen la cara más “humana” de la historia. Se podría decir que de esta premisa parte la serie El Vecino, una de las nuevas apuestas de la plataforma de streaming Netflix para este 2020 y que se trata de una adaptación del cómic homónimo creado por Santiago García y Pepo Pérez en 2004. Aunque Netflix también se haya convertido en un nombre asociado al éxito últimamente, el superpoder que parece poseer esta compañía no es otro más que la audacia de apostar por proyectos originales y que buscan innovar en lo visto hasta ahora. En El Vecino no sólo nos encontramos con una imagen de España muy cercana a la que vivimos actualmente, a veces con aspectos exagerados para realzar el tono crítico, sino que además su protagonista no se acerca ni por asomo a ninguno de los aspectos idílicos que habíamos visto hasta ahora en el mundo heroico. No sólo nos encontramos con una apuesta de una historia original española, sino que su banda sonora se encuentra compuesta en su mayoría por grupos del panorama musical español, tanto actual como pasado y unos más conocidos que otros. Canciones de Mecano, Maná u Hombres G entre las más conocidas, descubriendo nuevas apuestas de un estilo más indie como Joe Crepúsculo, Zahara o Mucho, pero también con artistas más urbanos como Bejo o Bad Gyal. La miscelánea de géneros que podemos encontrar en la banda sonora consigue dar otro punto de realismo a lo reflejado en la pantalla, mostrando la convivencia de multitud de estilos que podemos encontrar en la sociedad día a día. En conclusión, nos encontramos con una serie que surge de mezclar comedia, parodia y crítica como fórmula para enganchar a sus espectadores, y de manera que pueden llegar a reconocer en pantalla la situación que viven cada día, siendo capaces de empatizar con lo visto en pantalla. Pedro Luis Suárez (correo electrónico)