Conciliación. ¿Qué hacemos con los niños?

“Veo bien la medida, pero ahora ¿qué hacemos con los niños?”. Es lo que se ha preguntado Eloy, padre de un alumno de Primaria del colegio Colón de Córdoba, mientras espera a que salga del centro y que no regrese hasta, como poco, el 31 de marzo. Una medida que en la ciudad califal afecta a más de 175.000 alumnos de todos los ciclos educativos, tanto obligatorios como universitarios. Eloy trabaja con enfermos, “una población de riesgo”, y su mujer también tiene un empleo que no puede dejar, por lo que hoy tienen que hacer frente a esta situación para ver “con quién dejamos al niño”. A pocos metros de la puerta de salida de los alumnos de este centro de educación pública también esperó a que salga su hijo de tres años Teresa, madre de otra pequeña de cinco meses. “La idea me parece bien, pero trabajo a media jornada”, detalló. La joven, además, reconoció resignada que las dos próximas semanas tendrá que dejar a los pequeños “con los abuelos, que también es población de riesgo”. Mientras, otras tres madres admitieron que están en “pánico” con el coronavirus y el cierre de los colegios. Toñi anotó que esta situación “me da angustia porque parece que no se está contando la verdad y que hay más casos de los que dicen”. Hasta la fecha y, según informó la Consejería de Salud, en Córdoba el número de personas afectadas se ha elevado a nueve: seis de los casos se encuentran en seguimiento activo en su domicilio y los otros tres permanecen ingresados. “Tengo un niño en el cole y un bebé y trabajo en una farmacia”, relató Toñi, quien reconoció tener algo de suerte ante la suspensión de las clases, ya que su marido “está de baja paternal”. A su lado, Ana manifestó que su situación es quizá algo más complicada, ya que tanto ella como su marido trabajan estos días. Aun así, aseguró que aunque los dos tienen que ir a su puesto de trabajo “nos dan días y nos vamos alternado”. Eso sí, confesó que ante las dos próximas semanas sin clases “ha hecho acopio de todo” para entretener a los pequeños. / LOURDES CHAPARRO