Banega, la mayor incógnita
● El contrato firmado con el club saudí Al Shabab podría interferir en la prórroga de su vínculo, algo que aún ignoran Bono, Reguilón o Nolito
¿Volverá a enfundarse Éver Banega la camiseta del Sevilla? Puede ser la mayor incógnita en cuanto al grupo de futbolistas cuyos contratos expiran el 30 de junio. Tal y como va la crisis mundial del coronavirus, parece inviable que se retomen las competiciones antes del verano. En junio será difícil, en mayo parece imposible a estas alturas. Pero el fútbol quiere volver a arrancar porque es una de las mayores industrias del mundo y su paralización ya ha sido cifrada por Jaume Roures, por ejemplo, en unas pérdidas sólo en Europa de 7.500 millones de euros. En teoría, el fútbol va a caminar junto. Y existe la idea de que se prorroguen los contratos más allá del 30 de junio. En teoría...
Ahora mismo todo es una incógnita y ni siquiera Bono, Reguilón,
Nolito y Banega, los cuatro futbolistas del Sevilla en esta situación, como la decena larga de futbolistas que están en otros clubes cedidos, saben cuál será su destino desde el 30 de junio. Pero el único que tiene firmado un contrato con un club de fuera de España es el argentino. El pasado mes de enero, el club de Arabia Saudí, motu proprio y para enfado del Sevilla, anunció que Banega había firmado con ellos un contrato por tres temporadas. Elevadísimas cifras que sedujeron al argentino ante la imposibilidad del Sevilla de contraofertar siquiera con la mitad de lo que pusieron en la mesa los dueños de Al Shabab para el que puede ser su último gran contrato.
El caso de Banega es distinto al de Bono, Reguilón y Nolito. Los dos primeros están cedidos por clubes españoles y el calendario de éstos, tanto si se reanuda la
competición como si se suspende definitivamente o se prorroga hasta julio y agosto y se comienza la próxima temporada en octubre, como ha sugerido Roures, irán en paralelo. Girona y Real Madrid no pondrían pegas a que Bono y Reguilón sigan en el Sevilla más allá del 30 de junio. Y Nolito, por ahora, no ha firmado con ningún club, al menos que haya trascendido. Desde enero es agente libre.
Gianni Infantino se dirigió al mundo del fútbol el martes así: “Problemas globales requieren soluciones globales. Tenemos que remar todos en la misma dirección. Tenemos que trabajar juntos. Tenemos que combatir el coronavirus; ésa es la principal prioridad, y todo el mundo tiene que darse cuenta de que esto es grave. El fútbol es lo segundo. Primero tenemos que ganar este partido contra el coronavirus y luego ya nos ocuparemos de las cuestiones futbolísticas”. El presidente de la FIFA está creando un comité de expertos para imaginar el fútbol tras el coronavirus, para crear un marco legal sobre finalización de contratos, para que las actuales competiciones puedan retomarse. Y eso afectaría también a Al-Shabab.
La Liga Profesional Saudí, de la que Al Shabab fue campeón en 1991, 1992, 1993, 2004, 2006 y 2012, suspendió la competición el 14 de marzo, dos días después que LaLiga. Paró antes de la jornada 23 y quedan siete para concluir. Pero en Arabia la pandemia ha penetrado hasta ahora de forma muy tangencial, con el país cerrado a cal y canto desde pronto por la crisis en Irán. Actualmente, según cifras oficiales, tienen poco más del millar de infectados y 13 muertes.
¿Y si Arabia retomara antes el campeonato que España y, asimismo, comenzase la próxima temporada antes que Europa, con su periodo de pretemporada lógica? Ahí es donde podría haber un conflicto de intereses en el que tendría que mediar la FIFA. Banega jugó su último partido como sevillista en el Wanda, la última jornada. En total ha jugado 29 partidos, 23 de Liga, con dos goles y siete asistencias. Lopetegui lo había dejado en el banquillo ante Getafe y Osasuna. ¿Sería su último partido?