Las ciudades andaluzas se reinventan
Los regidores pronostican un transformación de los sistemas de movilidad, buscan recursos ante la crisis económica y alaban la solidaridad de los ciudadanos
Con urgencia y sin manual de instrucciones. Limitar la ocupación de los autobuses urbanos. Ganar espacios para los peatones que conquistaban paseos y calzadas en las franjas autorizadas, tras dos largos meses de confinamiento. Socorrer a tiempo a miles de familias vulnerables sin posibilidad de conseguir alimentos básicos. Desinfectar calles y contenedores. Ampliar terrazas y veladores para garantizar la mínima supervivencia de los negocios hosteleros. Pero a la vez, incrementar la vigilancia policial para que el riesgo de rebrote no se dispare.
Aplazar los cobros de tasas e impuestos. Idear planes de choque. Tejer acuerdos de concertación social. Señalizar las aceras para guiar el tránsito de viandantes por las áreas de mayor aglomeración. Buscar aplicaciones informáticas o drones para controlar aforos en la reapertura de las playas... La pandemia ha obligado a los alcaldes a reinventarse. Son la unidad administrativa de respuesta rápida ante la crisis. Por eso, este periódico ha cuestionado a los regidores de las principales capitales de provincia de Andalucía y de varias de las ciudades más importantes de la comunidad para saber qué cambios han experimentado sus urbes, qué recetas utilizarán para responder a los desafíos actuales y cómo cambiará el paisaje urbano de los territorios donde gobiernan el paso de este virus.
Hay dos respuestas que suelen ser coincidentes. La primera se refiere a la afección que ha sufrido la movilidad. Hay que ganar espacios para el peatón y para otras fórmulas de desplazamientos individuales. Pero la Covid-19 no puede suponer la vuelta de los coches. Más cuando algunos contemplan este episodio como un aviso ante las amenazas del cambio climático. No queda otra que acudir al rescate de los transportes públicos, ahora en cuarentena por las facilidades de propagación del patógeno.
La segunda consecuencia, se extrae del sentimiento de solidaridad generado entre la población y que se ha articulada en multitud de iniciativas y plataformas. Por ejemplo, para combatir el hambre. Un término que evoca tiempos de la postguerra civil, que se deslizó de puntillas en la última crisis económica y que ahora asoma sin sordina. Huelva se refiere a la necesidad de mantener “cocinas de emergencia”.
Pero el virus aniquila también estrategias. ¿Tiene sentido buscar espacios para ofrecer edificios de oficinas cuando todo hace indicar que el teletrabajo ha llegado para quedarse? El alcalde de Málaga se reafirma. ¿Y la apuesta de Granada por el turismo cultural? No queda otra que reinventarse proclama el munícipe nazarí. Nada sería Marbella sin el turismo. Ahora su lucha es por conseguir un distintivo que la certifique como destino “seguro”. Más industria reclama Sevilla, mejor formación profesional complementa Málaga.
Autónomos, los trabajadores afectados por los ERTE. Pocas competencias poseen los ayuntamientos para afrontar el desastre que se avecina. Los expertos balancean la economía y augurar caídas de entre un 8% y un 14% del PIB, según la provincia andaluza. Surgen planes de choque. En Córdoba 100 millones, en Almería 63 millones, 130 en Marbella. Cádiz presume de haber aprobado 120 iniciativas. Comisiones de reactivación. Alianzas público-privadas se quieren promover desde Sevilla.
El alcalde gaditano demanda a sus vecinos que apuesten por el consumo de cercanía. Otros esperan a que el maná llegue de la Junta o de la capacidad de persuasión que ejerza el Gobierno español con la Unión Europea. En el Campo de Gibraltar, una de las comarcas más lastradas por el paro, elevan la exigencia a la Administración: no pueden recibir ahora un trato como “españoles de tercera”.
El coronavirus le ha cambiado la cara a las ciudades andaluzas. Pero sólo el tiempo dirá si el temor al desastre logró desencadenar una reacción positiva capaz de marcar las próximas décadas.
Los alcaldes, ante los cambios que impone enfrentarse a la pandemia