Vox saca músculo (y motor)
Doce menos cuarto de la mañana en Sevilla. El termómetro de la glorieta Plus Ultra, esa que está frente a la grada de fondo del estadio Benito Villamarín, marca 34 grados. Cualquiera que pase por aquí en este momento, sin rodear el coliseo bético, pensaría que la manifestación convocada por Vox en Sevilla contra el Gobierno central y su gestión de la crisis del coronavirus, que tiene que partir sólo un cuarto de hora después de este punto, habría fracasado. “Los Cayetanos prefieren el aire acondicionado”, se habría dicho a sí mismo.
Pero si el viandante empieza a caminar por la calle Iguazú, la del Gol Sur, comenzará a ver coches, motos, furgonetas, bicicletas... Primero verá un pequeño camión con un remolque en el que se han colocado varias banderas de España y de Vox. El vehículo avanza a ritmo lento con José Manuel Soto como atronadora banda sonora. “Soy español, heredero de Sancho y Quijote, mis costumbres que no me las toquen...”, canta Soto mientras el camión circula tan pegado a la acera que una de las banderas se engancha con un árbol y se lleva una rama. Durante unos metros
Como ocurre en cada manifestación, se produjo ayer un baile de cifras de asistentes. Vox estimó que a la marcha de Sevilla habían asistido unos 6.500 vehículos, mientras que la Delegación del Gobierno en Andalucía rebajó esos números a 4.500. En cualquier caso, con un media de tres personas por vehículo, la manifestación de Sevilla habría rozado los 15.000 asistentes. Esto la convierte en una de las marchas más multitudinarias de los últimos años en la capital andaluza. La formación ultra consideró que la protesta contra el Gobierno central fue un rotundo éxito. La de Sevilla fue la manifestación con más asistentes de todas las que se celebraron en Andalucía. La marcha transcurrió de manera pacífica y sin ningún incidente destacable, más allá del lógico atasco provocado por la protesta. la arrastra hasta que alguien avisa al conductor, que se detiene y libera las hojas.
Le sigue otro camión adornado con más banderas, éstas con algunos lemas inscritos. “El Gobierno utiliza el estado de alarma de forma fraudulenta”, se lee en un lateral. “Más de 300.000 españoles siguen sin cobrar los ERTE”, en el otro. Termina Soto y arranca Nino Bravo. El vozarrón del valenciano y sus “ansias de volar” resuenan en Heliópolis. Varias motos rebasan la que será la cabecera de la manifestación mientras un policía local trata de ordenar los coches que vienen detrás.
Son cientos, quizás miles. Desde la Palmera era imposible ver pero cuando uno llega a la explanada de la grada de preferencia se da cuenta de la dimensión de la protesta. Los coches permanecen aparcados en medio de la explanada que se suele utilizar para el aparcamiento de autobuses de aficionados. Ahí no hay ni una sombra y el aire acondicionado, con el coche quieto al sol, no alivia mucho. Los conductores y ocupantes están junto a sus coches, en su mayoría, abanicándose. Y la mascarilla, aunque lleve la bandera bordada, es un incordio con el calor.
Pero no sólo está llena la ex
dimensión a la manifestación. Pero es innegable que han acudido miles de personas. Y no todas son pijos ni niños de papá. Hay mucho indignado y quien va con la furgoneta del trabajo o de su empresa. Y mucha gente de los pueblos.
“Esto es igual que el 15-M”, dice alguien al contemplar el paso de la caravana. El 15-M de la extrema derecha. Es indudable que Vox se ha inspirado en aquel movimiento para alentar las protestas que durante toda la semana se han celebrado en Sevilla, por mucho que aquellas no hayan sido convocadas de forma oficial como la de ayer. El caso es que
Vox sacó ayer músculo con un acto masivo. Y también exhibió motor, claro, porque la protesta era sobre ruedas.
Un policía local admite que la marcha se ha desbordado. Los coches que vienen en sentido contrario por la Palmera no pueden cruzar para dejar pasar la manifestación, así que se está cortando la avenida para que esos vehículos se incorporen desde los Bermejales a la cola de la caravana. Como dijo Manuel Ruiz de Lopera el día que inauguró este estadio alrededor del cual se ha organizado la marcha: “Tenéis acolapsada la Palmera”.