UN GRAN CORREDOR VERDE
Los parques del Guadaíra (60 hectáreas), Bermejales (20 hectáreas) y Riberas del Guadaíra (40 hectáreas) forman un gran corredor verde y cuentan con importantes elementos de valor patrimonial que son huella de la transformación del territorio. Entre ellos, el puente Alfonso XIII, los molinos de San Juan de Teatinos, la Torre Blanca, Judea y Mionjar; los azudes de la Horadada y Teatinos, así como los restos de los puentes de Teatinos y Horadada, éste último de origen romano; así como la huella del campo de trabajo de Heliópolis.
“La protección y difusión de su memoria es una demanda que sirve para dotar de referencias históricas a este corredor verde que ahora se configura en el mayor espacio verde de la ciudad. En el caso de los restos de los molinos de San Juan de Teatinos y Torreblanca se debe detener su proceso de deterioro. A medio plazo, en la linea con el trabajo de investigación en realización por los equipos universitarios dirigidos por el arquitecto Félix de la Iglesia, se considera necesario diseñar propuestas imaginativas para el aprovechamiento de estas interesantes estructuras, con sus elementos hidráulicos asociados”, sostiene Antonio Fajardo.
El corredor verde, con más de cinco kilómetros de longitud, es también un espacio para la movilidad alternativa de peatones, patinadores y ciclistas, al articular toda la zona sureste de Sevilla, que es hacia donde se expande la ciudad. Sin embargo, este corredor no alcanzará toda su potencialidad hasta que no se resuelvan dos conexiones que facilitarían sus relaciones: hacia el este, con Alcalá de Guadaíra y Los Alcores; y hacia sur con Los Palacios y las Islas del Guadalquivir como referencia. Como indica Fajardo, estas rutas permitirían crear un auténtico parque metropolitano al que se podría acceder desde distintas localidades próximas a la capital.
En el primer caso debe habilitarse el Camino de Sirga, prácticamente perdido, paralelo a la ribera del Guadaíra desde el Parque de la Riberas del Guadaíra hasta sifón del Canal del Bajo Guadalquivir. Desde aquí conectaría con Alcalá de Guadaíra por el camino de ribera existente. “Esta actuación, de unos tres mil metros, pudiera ser facilitada por Emasesa al encontrarse allí la EDAR de Ranilla”, señala Fajardo. En el segundo caso, debe resolverse el tapón provocado por los nuevos accesos al centro comercial Lagoh, así como mejorar el firme y reforestar el camino de servicio del nuevo encauzamiento del río Guadaíra.
Del mismo modo se expresa el arquitecto Paco Gómez, que advierte de sus grandes posibilidades. “Para nosotros el gran descubrimiento fue que Sevilla tiene dos ríos. El Guadaíra cuenta con un potencial enorme y estructura la principales poblaciones del área metropolitana: Alcalá de Guadaíra, Sevilla, Bellavista, Dos Hermanas, pero está infravalorado y cuenta con condicionantes paisajísticos. Este desarrollo es complejo puesto que requiere de una estructura metropolitana. Pero su potencial es enorme”.