Chistes de mal gusto
En España es carecterístico sacar una parodia, contar un chiste o crear una viñeta humorística sobre una determinada situación, partiendo ya de nuestra costumbre de tomar las cosas con humor. No menos podría ser todo lo relacionado al virus Covid-19 o coronavirus. Virales en las redes sociales y comentados cotidianamente entre la gente. Los que le siguen la gracia, se ríen. Cosas como que “este año se van a llevar bañadores con dibujitos del virus”, que “la mascarilla a juego es un complemento para la moda de verano”, “que “si no comes viene el Covid”, etcétera. Como yo, habrá una mayoría de gente consciente de que es de muy mal gusto jugar con algo tan trágico y destructivo a nivel mundial, sin respetar a los millones de contagiados y a los miles de fallecidos, con multitud de familias que no saben dónde están los cuerpos de sus seres queridos o amistades. Jugar en la Playstation a la guerra contra los muñequitos del coronavirus, y vencerlo, no está mal, pero en la realidad todavía está inalcanzable, incluso para los países más desarrollados. Desde estas líneas, quiero pedir a esas personas que, por favor, dejen de hacer la gracia. Considerad que a vosotros/as, un familiar o conocido/a también os puede caer el infortunio del virus. Y no veréis dónde está el chiste. Manuel Torrejón (Sevilla)
bién es parte de mí, por lo que por qué no decir que hablo desde mis adentros, desde la plena felicidad de las buenas noticias recibidas en el día de hoy. ¡Ha superado el coronavirus! Ha sido el contenido de un mensaje de Whatsapp que llevábamos tiempo esperando. Desde hace unas semanas una familia más se vio afectada por el virus que ha conseguido llevarse la vida de miles de españoles y el corazón de generaciones enteras. Mujer, ochenta y largos, alzhéimer, residencia y poca esperanza, fue el pronóstico que paralizó la vida de esta familia. Y es que, siendo realista, las cartas no jugaban a su favor. Pero mientras haya aliento, mientras haya esperanza, habrá vida. Quien quiere seguir viviendo lucha por su vida, así no recuerde su nombre o su canción favorita, porque no importa quién sea
Director:
mos ahora, sino quién somos para otros. Con esta breve historia quiero lanzar un mensaje de esperanza a todas esas personas que en estos momentos piensen que no hay nada que hacer o se martirizan buscando por qué a mí, por qué a mi familia. Tú, que me estás escuchando, agárrate con fuerza a lo que quieras o en quien creas, pero confía en que torres más altas han caído, y tú o tu ser querido podreis derrotar juntos a todo lo que venga. Porque no hay escudo de lucha más fuerte, que el amor incondicional que se siente por un ser querido. Fátima Santana (correo electrónico)
Las cartas no deben exceder de las 20 líneas y han de estar firmadas, indicando el DNI y el domicilio.