RESTRICCIONES AUN SIN CONTAGIOS
Centro y el este de Europa padecen la crisis de una forma más leve que sus vecinos occidentales y por ello recuperan su vida pública antes
La mayoría de los países de la región establecieron restricciones al movimiento a mediados de marzo, cuando tenían un solo muerto, como Austria o Hungría, o ninguno, y sólo unos centenares de casos.
“En estos países se impuso un cierre muy temprano, ya después de la primera muerte o antes”, explica Gabriella Lantos, ex directora del Hospital Róbert de Budapest.
Eslovaquia y República Checa fueron de los primeros países de Europa en cerrar sus fronteras, bales. El mayor aeropuerto de la región es, con diferencia, Viena con unos 27 millones de pasajeros, muy lejos de los 126 millones que suman los dos aeropuertos de Londres, o los 108 millones de París.
“Las conexiones con China son muy reducidas en Europa del Este, en comparación, por ejemplo, con Italia, que tiene un fuerte vínculo con China, entre otros motivos, por su industria textil, y es uno de los escasos países europeos que tiene un vuelo directo desde Roma a Wuhan”, explica Czypionska.
Sin embargo, algunos de estos países ha recibido a muchos de sus ciudadanos que trabajan habitualmente en países muy afectados por el virus, como Italia, España o el Reno Unido, sin que eso haya causado una explosión de casos. cia de restricciones muy severas”, recuerda Gabriella Lantos.
Según esta experta húngara, en los países ex comunistas se respetan más las ordenes del Gobierno y, además, no habido campañas antivacunas o que pusieran en cuestión principios científicos.
Václav Horejsi, catedrático de Genética Molecular de la Academia de Ciencias de República Checa, destaca asimismo esa ecuación de rápida reacción y disciplina.
“Si las medidas se hubieran aplicado una o dos semanas después, habríamos experimentado una catástrofe similar a la ocurrida en Reino Unido, Italia, Bélgica o España”, cree Horejsi.
El croata Djikic apunta a las diferencias culturales entre Europa oriental y España o Italia: los