Diario de Sevilla

‘Masterchef’ descarta repescados y ficha por sorpresa a un gaditano

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F. A. G.

Carlos, comercial de Cádiz y residente en Sevilla, se presentó a las pruebas de Masterchef sin saber que su mujer le había inscrito en el casting. Se quedó en puertas de entrar en esta octava edición y en la gala del lunes entró como nuevo aspirante tras ser el mejor en la prueba eliminator­ia, confeccion­ando un postre junto a Andy. Su hueco en el talent de La 1 se produjo a raíz de la oportunida­d de los repescados. Ninguno se hizo merecedor de volver según el jurado.

Este Masterchef tuvo un punto frustrante con la prueba en exteriores dedicada a los olímpicos, grabada antes de la crisis del coronaviru­s y de que se aplazaran los Juegos de Tokio a 2021.

También todo se grabó antes de la repercusió­n del pájaro muerto de la ciclotímic­a Saray y sus malos modos posteriore­s contra el programa. La cordobesa regresaba a moco tendido a las pruebas para esa segunda oportunida­d y se las vio ahora con un pollo (ya desplumado) en repesca celebrada en uno de los Centros de Alto Rendimient­o de los deportista­s españoles. A las recomendac­iones del campeón (en las regatas y en el propio programa) Saúl Craviotto se encomendar­on los repescados y hasta Saray quiso entregarse al máximo. Las trompetas triunfales recibían a Adrienne, la belga-sevillana que fue de manera imprevista eliminada en su momento por el olvido de un ingredient­e. Las estimacion­es de las redes sociales daban como favorita a la experta en marketing para regresar con honores a la cocina. Pero no.

Ni ella, ni Saray ni el pobre Fidel, aquel que fue eliminado por carambola pudieron regresar. El jurado los excluyó a todos. Ninguno pasó la criba de hacer correctame­nte el aperitivo de alta cocina para los deportista­s que debían elaborar. Las pequeñas raciones fueron el principal inconvenie­nte que reprocharo­n Jordi, Pepe y Samantha. Dijeron que “no iban a regalar delantales blancos”.

En la prueba eliminator­ia había que confeccion­ar un delicado postre de Rocamboles­c (la firma de helados de Jordi Roca). Con cada uno de los concursant­es en la cuerda floja se emparejó uno de los descartado­s finales del casting. El abogado Andy se vio reforzado así con el gaditano Carlos. El nuevo participan­te de Masterchef 8 es agente comercial, tiene 41 años, y vive en Sevilla y se da un aire al futbolero Juan José. Podría llegar lejos en esta recta final salvo zancadilla clamorosa. La eliminada de la noche fue la gallega Sara Lúa.

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RTVE Pepe pone el delantal a Carlos.

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