Una llamada a la hija: “Le dispararon, está muerto”
“Vuldular öldü”. Estas dos palabras en turco, que traducidas significan “le dispararon, está muerto”, es lo que un comunicante anónimo le dijo por teléfono a una hija del ciudadano turco Mehmet Demir tras ser secuestrado. La llamada fue realizada el domingo 17 de septiembre de 2017 a una hija del turco, pero cuando ésta intentó contactar con el número que le había telefoneado sólo pudo hablar con un joven “con acento andaluz” que les negó haber llamado desde ese número a nadie y añadió que tenía ese teléfono desde hacía un año, colgándole a continuación. Más importante que esa llamada sería otra que realizó un comunicante anónimo –uno de los cinco testigos protegidos del caso– una semana después de la desaparición de las tres personas, en concreto el 23 de septiembre, a la madre de Sandra Capitán. En esta llamada, el informante puso a la familia, y a la Policía, tras la pista definitiva. El informante le dijo a la madre de Sandra que sabía dónde estaban sus familiares, puesto que había visto “meter” a la mujer y a la niña en una casa de la barriada de Ibarburu (Cerro Blanco) de Dos Hermanas, y le decía que esa vivienda pertenecía a Ricardo el Pollino. A partir de ahí, los investigadores intensificaron las pesquisas y hallaron los tres cadáveres sepultados.