La desescalada deja más de 1.300 curados, 20 muertos y 330 contagios
Desde el 11 de mayo, los casos activos han ido cayendo hasta los 22 actuales
Sevilla entró en la fase 1 de la desescalada el lunes 11 de mayo. Una fase, la primera de tres, con la que los ciudadanos empezaban a recuperar libertades perdidas dos meses antes y que sería la primera piedra para construir la nueva normalidad que ahora está instaurada. Tres días antes, el Gobierno consideró que la provincia al completo estaba en condiciones de avanzar en la desescalada en su primera decisión y con ello empezaron a relajarse algunas medidas del confinamiento. Reuniones de hasta diez personas, apertura de comercios, terrazas de bares abiertas...
Le siguió la fase 2, quince días después. Con ella desaparecieron las franjas horarias para la realización de actividades al aire libre, se aumentó del aforo de las terrazas, abrieron los centros comerciales, se permitió la libre circulación por la provincia y las reuniones de personas permitidas se ampliaron hasta los 15 integrantes. Más libertades trajo la ansiada fase 3 y final de la desescalada. Desde el pasado 8 de junio, los sevillanos empezaron a recuperar hábitos perdidos. Los grupos permitidos subieron hasta las 20 personas, reabrieron las zonas comunes de los hoteles y de los centros comerciales, se recuperó la actividad en las barras de los bares, abrieron las piscinas públicas y se incrementó el aforo hasta el 50% en cines, teatros y auditorios, entre otras medidas.
Ahora, casi un mes y medio después, e inmersos en una nueva normalidad, cabe preguntarse: ¿cómo ha seguido comportándose el virus en la provincia en estas seis semanas?
En un análisis de los datos que diariamente ofrece la Junta de Andalucía se pueden observar diversos aspectos del comportamiento del Covid-19 en la provincia como los nuevos casos, las hospitalizaciones, las defunciones o las personas dadas de alta. Como datos generales, el día 11 de mayo la provincia de Sevilla tenía 2.842 casos confirmados, un acumulado de pacientes en los hospitales de 1.183 (70 ingresados en esos momentos y 22 en la UCI), 269 personas habían fallecido y 1.542 personas constaban en la lista de curados. A día de hoy, los últimos datos son los siguientes: 3.172 casos confirmados, 1.213 ingresos acumulados (seis en estos momentos y uno en la UCI), 289 fallecidos y hasta 2.861 personas que han superado la enfermedad.
Según estos números, durante las tres fases de la desescalada se habrían producido 330 contagios (entre sintomáticos y asintomáticos), de los que sólo 16 necesitaron hospitalización, veinte personas más habrían fallecido y los curados habrían subido de forma espectacular, alcanzando casi el doble de las altas, con 1.318.
Otra de las buenas noticias que deja el fin del estado de alarma es el descenso notable en las personas que siguen ingresadas en los hospitales de la provincia. El número de camas disponibles en la UCI y de enfermos agudos es uno de los requisitos imprescindibles para poder demostrar que lo peor de la crisis ya ha pasado, pero también para recodar que no hay que bajar la guardia.
La provincia empezó la fase 1 con 70 personas ingresadas en los hospitales y 22 enfermos graves en las unidades de cuidados intensivos. Los números actuales se quedan en apenas seis, lo que da un importante respiro a los sanitarios de los centros sevillanos, que poco a poco han empezado también a adaptar su funcionamiento a las nuevas circunstancias.
Desde el día 11 de mayo, han sido 30 las personas con coronavirus en la provincia que han necesitado ingreso hospitalario de los que sólo seis han requerido traslado a la unidad de críticos.