La pandemia ha disparado los delitos telemáticos en Sevilla
● La Policía detecta aumento de duplicaciones de tarjetas SIM y ‘hackeo’ de ordenadores
Un veterano policía dijo una vez que la delincuencia es como la energía. No se crea ni se destruye, sólo se transforma. El dicho vale para explicar el comportamiento de los delincuentes durante el confinamiento decretado por el Gobierno para luchar contra el coronavirus. En la provincia de Sevilla se han incrementado en este periodo los delitos telemáticos, sobre todo los relacionados con la nueva modalidad de duplicado de las tarjetas SIM, el phising, el hackeo de ordenadores y el sexting.
Así lo destacó ayer la delegada del Gobierno en Andalucía, Sandra García, que visitó la Jefatura Superior de Andalucía Occidental para agradecer a los agentes el trabajo realizado durante el estado de alarma. La delegada recalcó el trabajo de los policías como servicio esencial y recordó que tanto los agentes de este cuerpo como los de la Guardia Civil han interpuesto en Andalucía más de 600.000 denuncias por incumplir la cuarentena.
La Unidad de Delincuencia
Económica y Fiscal (UDEF) registró durante la segunda quincena de marzo y todo el mes de abril un descenso del 23% de los fraudes graves con tarjetas de crédito, y del 32% en los delitos leves, debido a que los compradores realizaron sus compras con mayores medidas de seguridad. Por el contrario, se detectó un incremento de los delitos de mayor entidad, debido a la nueva modalidad de duplicado de sula tarjeta SIM.
La nueva normativa obliga a la doble comprobación en compras on line, lo que ha llevado a los delincuentes a cambiar su modus operandi. A las operadoras les solicitan un duplicado de la SIM y automáticamente se hacen los dueños del teléfono, en el que se recibe el código de doble verificación. También han aumentado los casos de hackeo entre empresas y de phising, como se conoce a las estafas bancarias a través de internet.
Otro delito grave telemático que ha crecido es el se xting. La delegada ha alertado de que cada vez son más jóvenes las menores que tienen acceso a terminales de telefonía u ordenadores que son contactados por individuos que pretenden conseguir vídeos de contenido sexual. Eso sí, la Policía ha logrado esclarecer todos los casos registrados en Sevilla.
En el capítulo del narcotráfico, las organizaciones dedicadas a la distribución de drogas han tenido también que cambiar su modus operandi por las restricciones de movilidad impuestas por el Gobierno. Ello ha contribuido a un notable descenso de esta actividad. Los traficantes de droga a pequeña escala llegaron a acordar citas con sus clientes en los aparcamientos de supermercados para poder justificar sus desplazamientos.
Mención especial merece el cultivo de marihuana, que sigue siendo una de las actividades ilícitas más extendidas en Sevilla. En este apartado, las notas informativas y llamadas telefónicas anónimas de ciudadanos alertando a la Policía de la existencia de plantaciones de cannabis en el interior de viviendas, garajes, trasteros o naves industriales han sido constantes.
Los robos en domicilios se redujeron al mínimo al principio del estado de alarma, pero han aumentado poco después. Los autores han sido en todos los casos delincuentes autóctonos, no bandas organizadas de otros países que sí actuaban en Sevilla, a menudo antes de la pandemia. Los georgianos son los principales especialistas en este tipo de robos.
Los atracos y robos con violencia también han descendido notablemente, algo lógico si se tiene en cuenta que la mayoría de los comercios estaban cerrados y que había muy pocas personas por la calle. Los atracadores recurrieron a fórmulas imaginativas, como el uso de mascarillas y gafas de sol para cubrirse el rostro.
La violencia de género también ha tenido su evolución particular durante la pandemia. En los primeros días del estado de alarma descendió el número de denuncias, pero aumentaron en un 20% las llamadas de consulta de mujeres que pedían asesoramiento a la Unidad de Familia y Atención a la Mujer (UFAM). Después sí se registraron más denuncias. Muchas de estas consultas eran sobre los desplazamientos y la entrega de hijos menores a sus progenitores, sobre todo cuando éstos vivían en otras provincias.
El hecho de que no pudiera salir redujo enormemente los delitos contra la libertad e indemnidad sexual, es decir, las violaciones y agresiones sexuales. En cambio, subieron las denuncias de malos tratos de padres a hijos menores de edad.
Las restricciones de movilidad han provocado un descenso en el narcotráfico
Los robos en domicilios quedaron reducidos al mínimo al principio del estado de alarma