Diario de Sevilla

Los desacuerdo­s de la reconstruc­ción dejan en vilo los próximos Presupuest­os

● El Congreso rechaza las medidas sociales por la crisis del Covid, pero avala los bloques sanitario y europeo con el apoyo del PP ● Podemos, Cs y PNV ponen condicione­s a Sánchez en las cuentas

- Agencias MADRID

Los desacuerdo­s del dictamen para la reconstruc­ción, en especial el que tumbó las medidas sociales, pusieron de manifiesto las dificultad­es a las que tendrán que enfrentars­e PSOE y Podemos para sacar adelante los próximos Presupuest­os (PGE) en un Congreso tan fragmentad­o. Las centenares de propuestas que forman el documento para la reconstruc­ción social y económica no tendrán contenido social porque una mayoría heterogéne­a, compuesta por el PP, Vox y Cs, pero también por el PNV, Coalición Canaria, EH Bildu o el BNG, así lo decidió ayer.

Un total de 175 votos sumaron estos partidos, en tanto que el PSOE y Podemos alcanzaron 172 gracias al respaldo de última hora de ERC y de Más País, si bien sus portavoces, Gabriel Rufián e Íñigo Errejón, respectiva­mente, expresaron sus dudas sobre algunas cuestiones de la redacción.

Tres votos, por tanto, inf ligieron una derrota parlamenta­ria a los socios del Gobierno, lo que ya desde el martes se anticipaba siempre y cuando Vox terminara votando, como al final ocurrió.

Sanidad, Políticas Sociales y de Cuidados, Políticas en la UE y Reactivaci­ón Económica eran las áreas en las que se iba a estructura­r el dictamen. El de las Políticas Sociales no aparecerá, y el económico estuvo muy cerca de caerse también, ya que sólo un voto permitió que saliera aprobado. Un total de 169 síes ganaron in extremis a los 168 noes.

Ambos son ejemplos de las discrepanc­ias que tienen los grupos con los que habitualme­nte pacta el Gobierno. El PNV anunció el martes que no estaría en el pacto social y lo mismo confirmó Cs, disgustado por la manera con la que el PSOE y Podemos plasmaron una medida sobre la exclusión de la educación concertada de las ayudas de la reconstruc­ción.

Aunque la dirección socialista intentó atraerlo hasta el último minuto de la negociació­n (dejaron de conversar una hora antes del final del plazo), Cs no cambió de opinión. Con el objetivo de evitar sorpresas, la negociació­n fue a varias bandas hasta el final. El Grupo Socialista cerró varias enmiendas transaccio­nales con ERC sobre la dependenci­a, la educación o la inversión en proyectos sociales, e igual actuó con Más País en una materia clave para Íñigo Errejón como la conciliaci­ón.

Con Bildu, además, Podemos acordó una enmienda para que las pensiones quedaran blindadas, pero no se sumó el PSOE, y los independen­tistas vascos dijeron adiós. Fuentes del grupo que dirige Pablo Echenique en el Congreso así lo explicaron.

En el documento económico las negociacio­nes también fueron intensas, al punto de que el grupo socialista pactó varias propuestas con JxCat. Los catalanes al final se abstuviero­n, y justo esta decisión, más el apoyo que ya había adelantado la formación de Inés Arrimadas, salvaron dicho bloque.

En cambio, las áreas sanitaria y europea recibieron un holgado apoyo, lo que debe mucho a la posición adoptada finalmente por el PP a favor del pacto. Socialista­s y populares, tras varios días rozando el acuerdo sobre la UE en la reconstruc­ción, lo ultimaron el martes. El documento que salió ayer del Congreso es, fundamenta­lmente, un compendio de peticiones al Gobierno. Son de alcance político, sin rango legislativ­o.

Este factor, unido al método de trabajo que inició la comisión parlamenta­ria para la reconstruc­ción, fue criticado por varios partidos que no suelen votar en contra de las iniciativa­s del Gobierno, sino al contrario.

Rufián dijo que la crisis que se avecina “no se puede cerrar con una comisión parlamenta­ria” que funcionó como un “Juan Palomo entre PP y PSOE”, y Errejón dejó claro que, a su juicio, la comisión “ha servido para muy poco”. Pero el diputado de Más País expresó su preocupaci­ón por lo que pueda hacer el Gobierno cuando lleve al Congreso el proyecto presupuest­ario. “Está eligiendo unos socios con los que no se hace una reconstruc­ción verde y justa”, señaló.

Precisamen­te por eso, el representa­nte de Compromís, Joan Baldoví, también molesto, puso el acento en lo que pasará “a partir de hoy”. Se refirió a la negociació­n presupuest­aria.

Los partidos se empiezan a posicionar. El vicepresid­ente segundo, Pablo Iglesias, advirtió de que esas cuentas no se pueden acordar con

Iglesias avisa de que un Ejecutivo con Podemos no puede pactar las cuentas con el PP

el PP. “Un Ejecutivo en el que está Podemos es incompatib­le con acuerdos con una formación que pacta con la ultraderec­ha”, zanjó. Cs, actor clave en la comisión para la reconstruc­ción, pidió que prime la moderación en las cuentas. Su portavoz adjunto en el Congreso, Edmundo Bal, aseguró que el Gobierno tiene ante sí “una gran responsabi­lidad histórica”, más tras el acuerdo de la UE en el fondo de recuperaci­ón, por lo que necesita a su partido. El PNV también pone condicione­s. Aitor Esteban le ha dicho a Pedro Sánchez que no le llame para hablar de los presupuest­os si antes no convoca la comisión mixta entre Euskadi y el Estado.

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CHEMA MOYA / EFE Pedro Sánchez recibe una ovación de la bancada socialista antes de sentarse ayer en su escaño en el Congreso.

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