Sufrir la doble brecha
● Las desigualdades de género existen para las mujeres con diabetes tipo 1 ● Un estudio andaluz explica su impacto en la calidad de vida
Desde hace más de una década los estudios sobre salud y calidad de vida realizados con perspectiva de género han ido identificando las diferencias existentes entre ser un paciente hombre y ser una paciente mujer. Estos trabajos fueron identificando diferencias significativas en cuanto a prevalencia, control y las complicaciones y la mortalidad. En el caso de la diabetes, en la mayoría de los artículos científicos no se distinguían los efectos atribuibles a factores biológicos ligados al sexo de los atribuibles a factores relacionados con el género. Así, se reconocían los diferentes resultados en salud entre hombres y mujeres con diabetes, pero las desigualdades de género no estaban lo suficientemente explicadas. Ahora, un estudio coordinado por Ana María Castellano–Guerrero y Raquel Guerrero, ambas especialistas en Endocrinología del Hospital Universitario Virgen Macarena y Virgen del Rocío respectivamente, tratan de arrojar un poco de luz en ese ámbito, al evaluar las diferencias de género en la calidad de vida y en los factores sociodemográficos, clínicos y psicológicos asociados con la calidad de vida deteriorada en adultos con diabetes mellitus tipo 1 (DM1).
Este proyecto de investigación ha contado con la colaboración de otras instituciones, como el Departamento de Genética del Beth Israel Deaconess Medical Center, de la Universidad de Harvard, en Estados Unidos. Según sus resultados, tras estudiar a 312 pacientes (51,6% hombres), los subgrupos de hombres y mujeres mostraron características sociodemográficas y relacionadas con la diabetes similares. Entre las pacientes, se demostró mayor frecuencia y gravedad de síntomas de depresión y ansiedad. En comparación con los pacientes masculinos, las mujeres mostraron una calidad de vida inferior y obtuvieron puntuaciones significativamente peores en la percepción de las preocupaciones relacionadas con la diabetes.
“Las mujeres adultas con DM1 de larga evolución mostraron una menor calidad de vida probablemente relacionada con una mayor frecuencia y gravedad de los síndromes psicopatológicos. Los síntomas de depresión y ansiedad y, entre las mujeres, la exposición a las descompensaciones glucémicas se identificaron como variables modificables relacionadas con la calidad de vida. Según las autoras, “se necesitan intervenciones educativas, tecnológicas y psicológicas para mejorar la calidad de vida en pacientes con DM1”.
Un objetivo principal del cuidado de la diabetes es prevenir las complicaciones agudas y tardías de la diabetes. El adecuado control glucémico previene o retrasa las complicaciones diabética. El impacto de la hipoglucemia como predictor de morbilidad y mortalidad ha generado un interés creciente en los últimos años.
“Además, el miedo a la hipoglucemia tiene un impacto psicológico relevante y podría ser un importante determinante en la percepción de la propia salud”, señala el estudio. Estos resultados están de acuerdo con los datos publicados que muestran que el género femenino está asociado con una peor calidad de vida, tanto en adultos como en adolescentes. “Vivir con menor calidad de vida y el riesgo de preocupaciones específicamente más altas relacionadas con la diabetes podrían explicar la mayor prevalencia de depresión y ansiedad y una mayor intensidad de los síntomas depresivos y ansiosos en nuestra cohorte femenina”, subrayan.
Así, el miedo a la hipoglucemia tiene un impacto psicológico relevante en la población adulta DM1, y se asoció de forma independiente a una mala calidad de vida en pacientes masculinos y femeninos. Ergo, son otros los factores sociales y sanitarios los que inciden en esas desigualdades. “Mejorar el estado psicológico aumenta la calidad de vida de las pacientes. Este estudio podría ayudar a a identificar pacientes con mayor riesgo y reforzar la relevancia de las intervenciones educativas, tecnológicas y psicológicas destinadas a reducir la variabilidad glucémica”, afirman.
Los síntomas de depresión y ansiedad son más frecuentes en las pacientes diabéticas