Leonor: el bálsamo para una Corona herida
● La Princesa de Asturias aúna los elogios frente a la crispación en torno a los últimos años de su abuelo
La Corona atraviesa complicados momentos. Las acusaciones financieras contra el rey emérito y la sombra de la corrupción han puesto en un brete la imagen de la Casa Real. Desde la propia Zarzuela se teme que esta polémica termine salpicando a su hijo, el rey Felipe VI, sobre el que se posan todas las miradas en busca de una solución que rebaje el recelo de la opinión pública. La gira del monarca y doña Letizia por toda España, con altibajos en su acogida en función del territorio, es un gesto de proximidad a la sociedad tras el duro varapalo que ha supuesto la pandemia y, asimismo, una maniobra para limpiar la imagen de una realeza cuyo futuro parece seriamente amenazado. Ese mañana tiene una protagonista absoluta: Leonor de Borbón, una joven de 14 años cuya presencia en actos oficiales ha ganado peso en los últimos tiempos. Ha mostrado destellos de brillantez ilusionante.
La Princesa de Asturias cuenta desde hace dos años con su propia cuota de atención mediática. Con la misma cadencia que vivió su padre en la asunción de responsabilidades, la heredera al trono está cada vez más presente en los actos oficiales de la Casa Real. En 2018, la joven pronunció sus primeras palabras en un acto público y en octubre pasado dio su primer discurso en los premios Principe de Asturias. “Asturias es, también, la tierra de mi madre, la Reina. Yo llevo sangre asturiana. Es, además, la tierra que da nombre al título que ostento como heredera de la Corona, al igual que hizo mi padre, el Rey, durante tantos años. Y lo hago con responsabilidad; me siento muy honrada con ello”, señaló emocionada la adolescente. En su discurso como princesa de Girona asombró por su perfecta dicción catalana.
Asimismo, sus apariciones, junto a su hermana, la infanta Sofía, han sido una constante tras la desescalada y acompañaron a los Reyes en su viaje a Mérida de esta semana. Hoy el lugar de destino es , cómo no, Santiago de Compostela.
Las hermanas estuvieron presentes en la misa funeral por las víctimas de la pandemia en la Almudena, celebrada el 6 de julio, y repitieron diez días después en el homenaje de estado celebrado en el patio de la Armería del Palacio Real en Madrid. Fue en este último acto donde se convirtió, para bien, en una de las protagonistas del emotivo tributo. Además de participar en la ofrenda f loral en memoria de los fallecidos, la nieta de la reina Sofía recordó a su progenitor que se pusiera la mascarilla, un gesto aplaudido, que se convirtió en viral por su muestra de discreción y responsabilidad.
La naturalidad, espontaneidad e incluso inocencia que denota en su actitud son el mejor bálsamo para aliviar la enorme presión que se cierne sobre la Corona. A nadie pasa inadvertido la enorme empatía que generan ambas jóvenes. Fueron muy aplaudidas en Mérida y hoy lo serán en Galicia. La presencia de Leonor y Sofía en el Teatro Romano y la inauguración del Festival de Teatro Clásico fue una sorpresa que acaparó las miradas y los comentarios positivos.
Vestidas ambas de Zara, con estilismos muy distintos, la princesa con un look f loral y alpargatas como su madre, mientras que la infanta eligió vestido blanco de manga francesa complementando con bailarinas, fueron el centro de atención de los objetivos y curiosos. La Corona tiene fundadas esperanzas de futuro en su joven heredera.
Los Reyes y sus hijas estuvieron en Mérida y la cita de hoy es en Santiago