La recuperación de Madre de Dios
La primera fase de los trabajos en el convento está a punto de culminar
Las obras en la iglesia del convento de Madre de Dios de la Piedad, cerrada al culto desde 2014 por graves problemas estructurales, están próximas a finalizar en su primera fase. En esta etapa inicial se han atajado las principales afecciones que incidían en la seguridad del edificio, concretamente del presbiterio –lugar en el que se produjeron los desprendimientos que llevaron a la clausura– desmontándose para ello la cubierta. En los próximos días seguirán los trabajos en el arco toral, que presenta importantes grietas. Con esta intervención culminará la primera fase de la rehabilitación integral, que se solapará con las siguientes. Del presupuesto total de 1,2 millones, las religiosas necesitan aún 400.000 para cubrir todos los gastos. Gracias a las aportaciones y donaciones de particulares, los fondos de la propia comunidad, la Real Fundación Patronato de la Vivienda de Sevilla, la World Monuments Fund, o el Ayuntamiento de Sevilla, que en los próximos presupuestos incluirá otra partida para la restauración, el histórico convento de la Calle San José va recobrando la estabilidad y, en unos ocho meses, podría reabrir la iglesia de nuevo al culto.
El alcalde de Sevilla, Juan Espadas, visitó ayer el convento para comprobar la marcha de los trabajos. Ya lo hizo el pasado mes de noviembre cuando firmó el protocolo de colaboración con las monjas. A pie de obra, el alcalde recibió las explicaciones de uno de los arquitectos, Ángel Candelas, quien detalló los pormenores de la delicada intervención. “Nos hemos encontrado con los problemas que ya contemplábamos y algunos otros. La cubierta soportaba mucho peso que se ha ido poniendo en anteriores actuaciones. Hemos ido solucionando los problemas e humedad, estanqueidad y se ha retirado la madera en mal estado”, señaló el técnico. La rehabilitación de las cubiertas, tras su consolidación, terminará con la instalación de una estructura con materiales mucho más ligeros de la que colgará tanto el arco como todo el armazón interior.
En lo que respecta al arco toral, una vez iniciadas las obras, que han franqueado el acceso directo a las cámaras sobre las armaduras, se ha podido comprobar, entre otros daños, la existencia de enormes grietas verticales de aproximadamente 120 milíme
tros de ancho en el encuentro del muro del arco toral con los muros de la fachada de la calle San José. También se ha constatado la existencia de grietas de forma parabólica en la zona inferior de arco toral que alcanzan hasta la zona superior del muro, además de la existencia de una grieta en la clave y los laterales de arco toral, con una deformación de fábrica del arco en la zona central con un desplazamiento vertical de unos 95 milímetros. Este desplazamiento arrastra a su vez los paños de testero de las armaduras de la nave y el presbiterio. Además de la existencia de importantes desencajes entre cuadrales y estribos.
La comunidad todavía necesita 400.000 euros para completar la rehabilitación
Particulares, la Gerencia, World Monuments Fund o el Patronato de la Vivienda han colaborado
Como consecuencia de todo ello, se estima que la carga del arco toral no se traslada a los grandes muros de la fachada, sino que desciende por el propio muro, lo que, previsiblemente, es la causa de los grandes daños que presenta el basamento de las columnas laterales donde se apoya del arco toral. La solución propuesta es la de instalar cerchas a cada lado del arco toral para así trasladar la carga a los muros laterales, además del cosido de las grietas en la zona vista de arco toral mediante la introducción de barras de acero para coser las grietas.
La primera fase también contempla la restauración de la portada, obra de Juan de Oviedo, y del zócalo de la calle San José.
En enero de 2019 el Ayuntamiento realizó la aportación de 100.000 euros que suponían casi el 40% del presupuesto de la primera fase de intervención que está próxima a concluir. Con la certificación final el Ayuntamiento podrá ahora abonar la última parte de la subvención que quedaba pendiente. El presupuesto de esta primera fase ha sido de 265.000 euros, incluidas tareas señaladas por la Inspección Técnica de la Edificación (ITE).
Recientemente se ha autorizado por parte de la Gerencia de Urbanismo la segunda fase de los trabajos que, en concreto, afectará fundamentalmente a la estructura de la cubierta de la nave de la iglesia, al coro, a los paramentos interiores, el pavimento, la instalación eléctrica y los revestimientos exteriores. Esta nueva inter vención está avalada por la Comisión Provincial de Patrimonio Histórico de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía, que emitió informe favorable. El coste es de 720.000 euros.
Finalmente, se iniciaría una tercera fase centrada en actuaciones de restauración de pinturas murales, azulejos y terminaciones, que supondrá una inversión de 200.000 euros.
“Ésta es una de colaboraciones público-privadas más importantes de los últimos años. Ha habido aportaciones importantes, como la de World Monuments Fund y otras anónimas. Ahora hay que seguir con la segunda y tercera fases. Nosotros continuaremos aportando fondos. En el próximo presupuesto habrá una nueva partida. La identidad de Sevilla va ligada a su patrimonio y no podemos permitir que se nos venga abajo”, subrayó el alcalde.