Francia se cierra un mes ante una ola “más mortífera” que la primera
Macron anuncia medidas hasta el 1 de diciembre para dar “un frenazo brutal a los contagios”
Emmanuel Macron anunció ayer un nuevo confinamiento en Francia, de un mes y menos estricto que el impuesto en marzo, para intentar frenar la expansión de la pandemia de coronavirus en el país. Hace falta dar “un frenazo brutal a los contagios” para evitar el colapso de los hospitales, afirmó en una declaración televisada a la nación. El presidente francés precisó que esta nueva restricción se aplicará a partir de esta medianoche, “como mínimo” hasta el próximo 1 de diciembre, y pidió la responsabilidad de todos para ralentizar esta segunda ola, que advirtió de que será “más dura y mortífera que la primera”.
“El virus circula por Francia a una velocidad que incluso las previsiones más pesimistas no habían anticipado. Hay que reconocer que, como todos nuestros vecinos, estamos desbordados por la aceleración repentina de la epidemia”, reconoció Macron en su intervención en horario de máxima audiencia.
Macron detalló que las escuelas seguirán abiertas y se generalizará de nuevo el teletrabajo y las visitas a residencias de ancianos y centros de dependencia estarán autorizadas. “Las fábricas, las explotaciones agrícolas y las obras públicas seguirán funcionando. La economía no debe pararse ni hundirse”, afirmó. Entre los comercios y establecimientos “no esenciales” que deberán cerrar están incluidos los bares y los restaurantes. El presidente destacó que las fronteras interiores en el espacio europeo seguirán abiertas “y, salvo excepción, las exteriores se mantendrán cerradas”, aunque los franceses en el extranjero podrán volver al país.