Del precipicio a la esperanza
● La evidente debilidad defensiva del Real Madrid cuando adelanta líneas es mitigada por la implicación colectiva y la mejoría de valores como Asensio
El Real Madrid se vio en Alemania al borde del precipicio, con dos goles de desventaja a falta de cuatro minutos para el final, sin saber sacar partido de su mejoría futbolística, lastrado por la falta de gol pero resucitado a base de carácter de unos jugadores que lo ganaron todo y no pierden la esperanza de volver a reinar en Europa con el regreso de Hazard.
SÍNTOMAS PREOCUPANTES
Los dejó un Real Madrid vulnerable desde la posesión. Alejado de la estabilidad defensiva cuando adelanta líneas y muestra personalidad para ir por el partido. Es víctima de su falta de efectividad en los últimos metros, sin una figura rematadora ni balones precisos al nueve, y la desesperación que generan 13 remates en la primera parte sin que ninguno provocase un peligro real a la portería del Gladbach. Esa búsqueda de soluciones continuas y variantes a la ausencia de un punta matador, estira el bloque hacia arriba y queda desprotegido atrás cuando llega un mínimo error. Lo cometió en salida de balón Kroos y el primer disparo a puerta recibido fue gol. Repitió Mendy en el segundo, quedándose enganchado y rompiendo el fuera de juego, y, asomado al abismo, una parada de Courtois evitó el tercero y desató la heroica.
ACTITUD Y COMPROMISO
Se le achacó a los jugadores cuando se vieron superados por el Cádiz en Liga y Shakhtar en la Liga de Campeones. Fueron toques de atención serios a una plantilla que entendió que no tiene suficiente nivel para ganar sin dar todo lo que tiene en el campo. Cualquier síntoma de relajación, reservar fuerzas para próximos compromisos, pasa factura inmediata. El chip lo cambiaron en el clásico y en Alemania no faltó en ningún momento el compromiso de ningún jugador. Cuando parecía que el físico no llegaba en un equipo que se repetía por el éxito cosechado en el Camp Nou, apareció el viejo Real Madrid de la casta que no da perdido nada hasta el pitido final. A la desesperada, con Sergio Ramos y Varane pasando a ser delanteros, llegó un premio merecido. Con la figura de Casemiro clave para asistir en el primero a Benzema y marcar el segundo resucitando las opciones de un equipo que es último de grupo pero que hace un año estuvo en las mismas y encontró soluciones.
VINICIUS Y ASENSIO
Cuando Zidane le da la continuidad que se demandaba a Vinicius, el brasileño ha dejado de ser decisivo. Saliendo del banquillo y aprovechándose del desgaste de los defensas rivales brilla más últimamente que iniciando el partido de titular. Estuvo desacertado con balón, sin protagonismo, ausente en el uno contra uno ante su marcador y regresando a la mala definición en el momento que más se le necesita. Tuvo el empate con todo para marcar tras pase atrás de Fede Valverde y chutó desviado. Su bajón contrasta con la mejoría de las sensaciones de Marco Asensio que enlaza dos partidos de continua presencia, brillantez con balón y acciones técnicas de alta calidad. Le falta aún aportar la pegada que de él se espera. En Alemania le frenó el travesaño.