Lantejuela pide suspender las clases y que sus vecinos se autoconfinen 10 días
El municipio, que pasó libre de Covid-19 la primera ola, tiene ahora 72 casos activos y la segunda tasa de incidencia más alta de Sevilla
Uno de los municipios sevillanos que en las últimas semanas se ha colocado a la cabeza de la tasa de contagios de Covid-19 es Lantejuela, con poco más de 3.800 habitantes y que en la primera ola fue noticia porque no se llegó a registrar ningún caso. Tal vez la relajación por ese hecho haya inf luido en que tenga ahora una tasa de casi 1.900 casos por 100.000 habitantes (la segunda más alta después de Pedrera), con 72 casos activos. 32 de ellos han af lorado en la última semana y 8 en las últimas 24 horas. Hay ocho vecinos hospitalizados, uno de ellos en la UCI. En estas circunstancias, el alcalde, Juan Lora, solicitó ayer a la Junta la suspensión durante tres días (de jueves a viernes de la semana que viene) de las clases en la guardería, el colegio y el instituto para que, sumados al festivo del lunes y al día de libre disposición en el calendario escolar del martes y los fines de semana, salgan diez días que permitan un confinamiento más estricto.
El Ayuntamiento pedirá también a sus vecinos que se queden en casa esos días y salgan sólo para lo estrictamente necesario: autoconfinarse. “De nada valdrá si los niños después se van a la calle o con la bicicleta”, ejemplifica. Según explica Juan Lora, antes de que se decretara el nuevo estado de alarma, la delegada territorial de Salud, Regina Serrano, le había informado de
que se estaba “monitorizando” la situación de Lantejuela y estaba previsto realizar un cribado masivo para detectar asintomáticos, algo que considera que se debió hacer antes, como en municipios del entorno, como Gilena. En las nuevas circunstancias están pendientes de cómo y dónde se van a llevar a cabo los cinco millones de test que anunció el presidente, Juanma Moreno, en toda Andalucía.
Los primeros casos de Covid19 se detectaron en Lantejuela a mediados de septiembre. Desde el lunes 19 de octubre, la tasa de incidencia está por encima de los 500 casos por cada 100.000 habitantes. La localidad suele celebrar su feria el 7 de octubre y aunque este año se suspendió, como todas, algunas reuniones particulares han podido ayudar también a la propagación.
El Ayuntamiento no levantó muchas de las restricciones tras el confinamiento de marzo, lo que le reportó críticas dada la escasa incidencia. De forma continuada, se ha seguido atendiendo individualmente en el Ayuntamiento y no se ha reabierto el pabellón de deportes. La biblioteca sólo ha funcionado también con atención al público. No se ha dejado la desinfección en calles y plazas. El regidor cree por ello que si se han producido contagios es porque la situación es “grave”.
“Es complejo de atajar si no hay una apuesta decidida por la mayor parte de los vecinos” para quedarse en casa y cumplir con las normas. “Todas las medidas que pueda tomar una u otra administración serán restricciones e irán encaminadas al confinamiento”, señala.
El edil reconoce que se han puesto sanciones por incumplimiento de las normas estas semanas (por botellonas, a algunos locales por el horario de cierre y a personas individuales). Pero pone sobre la mesa un problema: a diferencia de las multas de tráfico, “que a los 10 tienes la sanción en casa”, lo que tiene un efecto disuasorio a la hora de reincidir en el incumplimiento de la norma, estas multas relacionadas con la pandemia se tramitan a través de la Consejería de Salud, que con la sobrecarga de trabajo no está resolviendo los expedientes, con lo que muchas personas terminan creyendo que es una toma de datos y una advertencia.