Absuelta la terrorista Guisasola del asesinato de un policía en 1990
La Audiencia Nacional absolvió a la etarra arrepentida Carmen Guisasola y a otros dos miembros de la banda, Oscar Abad y José Ramón Martínez, del atentado con un bicicleta-bomba cometido el 30 de enero de 1990 en Galdácano (Vizcaya) en el que murió el policía Ignacio Pérez, al considerar que los hechos están prescritos.
La Sección Segunda de la Sala Penal dictó sentencia absolutoria en contra del criterio de la Fiscalía, que solicitaba para cada uno de los acusados 30 años de cárcel por un delito de asesinato con finalidad terrorista. La Sala estimó la cuestión planteada por los abogados de la defensa en la que sostenían que los hechos habían prescrito porque una providencia dictada por la Audiencia Nacional en 1993 no interrumpe el plazo de prescripción de los hechos.
Aquella actuación, llevada a cabo por el Juzgado 5 en relación a las declaraciones policiales prestadas por Abad y Martínez reconociendo distintos hechos delictivos, “no se incluye el hecho investigado en las presentes actuaciones, por lo que no se remitió antecedente alguno para la prosecución del procedimiento”.
En este sentido, “no constituye una actuación judicial” relacionada con las presentes actuaciones, “tratándose de una resolución de mero trámite” por lo que no interrumpe el plazo de prescripción, que en este caso es de 20 años.
Carmen Guisasola, que se acogió a la vía Nanclares para arrepentidos, quedó libre en 2014 tras 24 años de prisión, pero en el juicio el fiscal Marcelo Azcárraga dijo que la acusada representa “el ejemplo paradigmático de que ETA tiene manuales de arrepentidos que se basan en grandes mentiras”.