La Zona Franca licita la fortificación electrónica de su ampliación como “solución” al vallado
El sistema elegido es muy innovador pues protege el espacio mediante sensores y tecnología
La ampliación de la Zona Franca de Sevilla ha avanzado un paso más para convertirse en la de mayor extensión de toda España. Varios meses después de que se aprobase la incorporación del Polígono Astilleros a este recinto fiscal, esta semana el Consorcio de la Zona Franca ha sacado a licitación el contrato para vallar este espacio. Su cierre perimetral es un requisito imprescindible para que la ampliación entre en funcionamiento.
Los plazos previstos para esta obra son de cinco meses y el importe total ascience a 120.000 euros, una cantidad que rebaja considerablemente, casi cinco veces, los costes iniciales previstos para el vallado del recinto. En este abaratamiento tiene ver el sistema elegido, que se presentó a primeros de septiembre en el Pleno del Consorcio de la Zona Franca.
Se trata de una tecnología innovadora que se aplica mediante sensores que emiten rayos láser infrarrojos, una lente que recoje los haces de luz cuando rebotan y un chip o sistema que procesa todos los datos hasta construir un mapa en 3D de la escena que hay delante del sensor, lo que permite detectar intrusos o dar las órdenes adecuadas para la actuación del servicio de seguridad.
El área que se fortificará dejará fuera del ámbito del control habitual de acceso y salida de la Zona Franca a los terrenos destinados en la actualidad a aparcamiento para trabajadores en el polígono y la parcela otorgada en régimen de concesión administrativa a Universidad de Sevilla para la ocupación y utilización de parcela de unos 10.600 metros cuadrados donde se ubicará el futuro Centro de innovación universitario de Andalucía, Alentejo y Algarve.