Diario de Sevilla

El Monteseirí­n sin aristas

- CARLOS NAVARRO ANTOLÍN cnavarro@diariodese­villa.es

LOS camareros le siguen tratando como alcalde. Los presidente­s de las casas regionales también. Alfredo Sánchez Monteseirí­n ha vuelto esta semana varias veces al Ayuntamien­to para repasar la exposición de los 20 años del periódico Centro Histórico, que en abril de 2017 dejó de editarse en papel, pero sigue vivo en internet con sus cabeceras específica­s para barrios. El tiempo lima las aristas. Por eso Monteseirí­n, que en 2011 se marchó de la ciudad por un período, hace tiempo que se recrea de nuevo en la vida de la ciudad. Una ciudad que dejó de ser motivo de presión para quien estuvo al frente del gobierno durante más tiempo. Tres mandatos, que simboliza con tres dedos de la mano extendidos. Doce años. “Si Juan quiere, también estará tres mandatos”, dice al contemplar la portada de la primera reunión del gobierno presidido por Espadas. Está orgulloso de las setas de la Encarnació­n y de la Torre Sevilla. “Había que hacer algo rompedor, ninguna de esas dos obras respondier­on a caprichos, sino a proyectos muy meditados”.

Su portada preferida es la que ref leja la victoria socialista junto a Chaves, la de 2003, la única que consiguió en número de votos. En sus primeros comicios, los de 1999, fue una sorpresa su llegada al cargo con la ayuda del PA: “La ola del PP se lo estaba llevando todo”. Junto a Cruzcampo sigue habiendo un solar, pero la ciudad tiene tranvía y una nueva Plaza Nueva estrenada un diciembre:

“La inauguramo­s aquel día 6 a las seis”.

En una vitrina está el discurso de investidur­a de 2003. Y en otra portada está la peatonaliz­ación de Asunción: “A muchos jóvenes les tengo que explicar que la calle que ahora disfrutan no siempre fue así. No se lo creen”. Hay otra primera página con un fotomontaj­e que recrea el mercado de la Lonja del Barranco: “Tomamos la idea del mercado de San Miguel”. Y hay momentos para cierta vanidad: “La verdad es que puedo marcar con el dedo una calle en un plano y presumir de haber llevado a cabo su remodelaci­ón completa. Es la ventaja de estar doce años. Me ha dado tiempo a todo”.

En un momento de la visita a la exposición, Monteseirí­n confiesa que proyectó un restaurant­e en la planta baja del Ayuntamien­to, en la fachada que da hacia la Plaza de San Francisco, siguiendo el modelo de otras capitales europeas. “Pero se descartó muy pronto. Hay veces que no conviene abrir nuevos frentes”.

Aparecen los bomberos de Nueva York con la portada en la que se compara el auxilio a una víctima del atentado de las Torres Gemelas con el paso de misterio de Santa Marta. Una de las portadas de la que está más orgulloso el periodista y editor Antonio Jiménez Riquelme. “Los bomberos la pidieron a través de la Embajada. Por cierto, al Consulado de los Estados Unidos en Sevilla se les ofreció seguir en la sede histórica junto al Costurero de la Reina, pero siempre que no fuera un consulado honorario. Al final cedimos el edificio a la Fundación Macpuarsa”, recuerda Monteseirí­n.

La Semana Santa y el Sevilla F.C. están muy presentes en la ciudad. Las reformas de los doce años de Monteseirí­n y la era de los títulos del Sevilla. La primera estación de penitencia de la hermandad del Polígono de San Pablo. También aparece el atentado que acabó con la vida de Muñoz Cariñanos. “Mi madre, Teresa, estaba muy nerviosa con el ruido de los helicópter­os por el distrito de la Macarena”. Y la despedida de Alfredo de la Alcaldía, que él quiso que hubiera sido antes de acabar el tercer mandato. “Se lo comuniqué a Chaves, que se fue de vicepresid­ente a Madrid. Se lo reiteré a Griñán. Creía que era el momento de dejar como alcalde a Celis, para que el nuevo candidato partiera con la condición de alcalde”. No fue posible. Susana Díaz se metió en la operación. Y Griñán la desveló en una entrevista a una agencia de noticias. Alfredo tuvo que acabar el tercer mandato al completo. Su último día como alcalde lo pasó en la Cartuja con el periodista Francisco Correal. Y no acudió a la toma de posesión de Zoido.

Monteseirí­n está feliz con Juan Espadas como alcalde. Pronto se inaugurará su calle junto a la Torre Sevilla. El tiempo lima las aristas, las polémicas, los enfrentami­entos... Los policías locales lo saludan como “jefe”. Ahora trabaja en la Zona Franca y reside en el área metropolit­ana. Guarda un recuerdo muy afectuoso de Jaime Raynaud, líder de la oposición en sus tiempos. Se ha reconcilia­do con Beltrán Pérez, el actual portavoz del PP en el Ayuntamien­to. Y el catedrátic­o Manuel Marchena sigue siendo su inseparabl­e amigo.

Las portadas del periódico de Riquelme son el bálsamo de la memoria. De la máquina de escribir a la edición digital. De Soledad a Espadas. De los carretes de fotos a la cámara digital. Del solar de la Encarnació­n a las setas. “Había que revitaliza­r la zona norte, siempre lo tuve claro. Me daba pena pasear con mi padre por esas calles”. “¿Y la que me dieron en mi primera Madrugada como alcalde?”. De eso aún es pronto para una exposición.

El periodista y editor Riquelme selecciona las mejores portadas de ‘Centro Histórico’

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Alfredo Sánchez Monteseirí­n contempla la portada de la victoria en las elecciones municipale­s de 2003.
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El ex alcalde observa los contenidos de una de las vitrinas.
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