El aumento de la presión hospitalaria provoca más restricciones en España
Bajan los contagios pero aumenta la presión hospitalaria, especialmente en las UCI. Ese es el diagnóstico de la pandemia en la mayoría del país, donde las restricciones comienzan a hacer efecto, aunque no se note del todo. Es una de las características de esta pandemia.
El descenso de contagios es el preludio de la bajada de las hospitalizaciones y, después, de las muertes, pero se necesita tiempo para que las medidas sean efectivas.
Cataluña notificó en las últimas 24 horas menos contagios pero, por contra, aumento el número de hospitalizados y los ingresos en las ucis, mientras que en Euskadi se reducía ligeramente la tasa de positividad al tiempo que crecían las cifras en cuidados intensivos. Este escenario se ha repetido en Galicia, con menos contagios pero con 89 pacientes en la UCI, cinco más que en el último recuento; Castilla y León, con las ucis al 69% de ocupación; o Extremadura, donde los datos de fallecidos y positivos han dado un leve respiro pero no así el número de ingresos que rozan los 400, de ellos 52 en cuidados intensivos. En Baleares, lo que aumenta son los ingresos en planta hospitalaria, que ascienden ya a 218, diez más que el sábado.
En un fin de semana marcado por el cierre completo de la hostelería en el País Vasco, Murcia y sesenta municipios gallegos que se unieron así a Cataluña, Asturias, Navarra, Castilla y León, Melilla y algunas localidades riojanas, los registros de contagio han experimentado altibajos que, en ningún caso, animan a moderar las restricciones ya que la curva de incidencia acumulada sigue al alza.