Harris: “Seré la primera, pero no la última”
“Aunque puede que yo vaya a ser la primera mujer en este cargo, no seré la última”. Es la frase que resume el histórico logro de Kamala Harris, vicepresidenta electa de EEUU, que prometió, en la celebración de su victoria junto a Joe Biden, romper barreras para que otras mujeres puedan seguir el camino que ella ha abierto. En un emotivo discurso de victoria en
Wilmington, Harris agradeció a los estadounidenses haber votado por “la esperanza, la unidad, la decencia y la verdad”, para dar pie a “un nuevo día” en el país.
“Cada niña pequeña que nos está viendo esta noche ve que este es un país de posibilidades”, afirmó Harris. Vestida de blanco, como las sufragistas, el mismo año en el que se cumplió el centenario del derecho de las mujeres a votar en Estados Unidos, Harris aseguró que no habría llegado a donde está si no fuera por esas activistas, y por las millones de estadounidenses que participaron en las elecciones este año.
También homenajeó a las “generaciones de mujeres, mujeres negras, asiáticas, blancas, latinas y nativas estadounidenses de toda la historia, que han abierto el camino para el momento de esta noche”. “Mujeres que lucharon y sacrificaron tanto por la igualdad, la libertad y la justicia para todos, incluidas las mujeres negras, a las que a menudo no se tiene en cuenta, pero que a menudo demuestran que son la columna vertebral de nuestra democracia”, agregó.
La aún senadora demócrata por California dio su discurso justo antes de la intervención del presidente electo de EEUU, Joe Biden, y le agradeció el haber “tenido la audacia” de “elegir a una mujer como su vicepresidenta”. “Intentaré ser la vicepresidenta que Joe Biden fue para el presidente (Barack) Obama: leal, honesta y preparada, despertándome cada día pensando en ustedes y sus familias”, garantizó.
Para convertirse en vicepresidenta, Harris debe dejar su escaño en el Senado, lo que provoca que el gobernador de California, Gavin Newsom, tenga que decidir quién ocupará el escaño que ella dejará en la Cámara Alta, y tiene la oportunidad de hacer historia y nombrar el primer latino en esta posición, una histórica reclamación en el estado occidental.