Marín prefiere confinar Granada
● En contra de lo que ha venido defendiendo el presidente andaluz, su vicepresidente sostiene que a la Junta no la han dejado confinar
La medida que entró ayer en vigor en Granada de cerrar todos los establecimientos no esenciales es el último cartucho de la Junta antes de tomar medidas más drásticas que, en todo caso, deben contar con el respaldo del Gobierno central. Pero mientras el consejero de Presidencia, Elías Bendodo, se mostraba ayer por la mañana cauto a la hora de dibujar futuros escenarios de la pandemia, horas más tarde, el vicepresidente, Juan Marín, señaló en Cuatro que la Junta, de tener competencias, ya habría decretado el confinamiento domiciliario en Granada, una medida que tanto el presidente como el consejero de Salud, Jesús Aguirre, han evitado mencionar en todo momento.
“Si el Gobierno de España nos hubiera dejado, Granada llevaría varios días en confinamiento domiciliario por la alta incidencia del virus. Las comunidades ya no podemos restringir más si no nos lo autorizan. Hay que actuar y hacer todo lo posible para no saturar el sistema sanitario”, ha escrito Marín en Twitter. Juanma Moreno ha venido asegurando estos días que el confinamiento es lo último, y se ha mostrado contrario a quienes, como el presidente de Asturias, lo han solicitado.
La provincia de Granada vivió ayer su primer día del nuevo confinamiento y de regreso a la fase cero, con más de 3.500 bares cerrados, aunque algunos optaron por servir desayunos para llevar, lo que dejó estampas neoyorquinas con personas con su café en vaso de plástico por las calles. En general, imágenes desoladoras y gigantes como el Nevada Shopping con la mayoría de las tiendas cerradas excepto las de alimentación, peluquerías o venta de dispositivos electrónicos. Y es que, además, con el cierre perimetral, sólo pueden ir vecinos de Armilla, donde está el centro. Igual de tristes las imágenes en el Centro de la capital o en otros grandes espacios de la provincia.
En la biblioteca municipal de La Hípica, en Granada, a media tarde del lunes se desconocía si ayer martes abrirían o no el servicio de préstamo. Se informaba a los usuarios de que la sala de estudio permanecería clausurada, pero no se tenían instrucciones sobre la biblioteca.
El BOJA ha venido a disipar dudas y en cuatro folios corrige y aclara la orden del 8 de noviembre de la Consejería de Salud del pasado domingo por la que Granada vive en semiconfinamiento, con hostelería y comercios no esenciales cerrados. Entre las correcciones se indica que, efectivamente, las bibliotecas y salas de documentación deben estar cerradas. Granada queda encuadrada en el nivel 4 grado 2 de la norma, la que prevé unas mayores restricciones. El resto de la comunidad se queda en el grado 1.
En centros comerciales como el Nevada o el Serrallo podrán abrir los negocios de alimentación. En el ámbito deportivo se señala que se suspende la apertura al público de instalaciones convencionales y centros deportivos para la realización de actividad física a excepción de aquellas que sean al aire libre y “sin contacto”, matiz que aparece ahora en la corrección. Sobre el terreno cultural, se restringe aun más la norma ya que se especifica que se suspende la celebración con carácter presencial de espectáculos públicos, actividades recreativas y culturales.
Marín: “Si el Gobierno nos hubiera dejado, Granada llevaría días en confinamiento”