El jurado declara culpable del crimen del joyero sólo a uno de los dos acusados
● El otro reo ha sido hallado autor de un delito de lesiones graves y de otro de detención ilegal para robar pero no del asesinato
El jurado no aprecia ninguna circunstancia atenuante para rebajar la pena a los acusados
El jurado popular declaró ayer culpable de asesinato sólo a uno de los jóvenes rumanos acusados de dar muerte en el mes de agosto de 2018 a Francisco Cintado, propietario de una joyería de la localidad de Carmona, mientras que el segundo acusado fue hallado autor de un delito de lesiones graves y de detención ilegal para cometer el robo con violencia.
El veredicto del jurado, hecho público ayer tarde, consideró por unanimidad culpable del asesinato a Gheorghes S., mientras que Iuilan I. no fue hallado culpable de este delito, con lo que los jurados han aceptado la calificación alternativa que había introducido la Fiscalía, aunque como acusación principal seguía considerando a ambos responsables de la muerte del joyero. El jurado señaló sobre Iuilan I. que era “plenamente consciente” de que se iba a cometer un robo con violencia contra Francisco Cintado y que los otros dos sospechosos –uno de ellos no ha sido juzgado porque permanece fugado de la Justicia– “estaban dispuestos a golpearle salvajemente” para lograr sus propósitos. Así, añadió que este acusado era igualmente consciente de que la víctima sufriría graves lesiones que podrían dejarle en un estado vegetativo.
En cuanto al crimen, el jurado declaró igualmente por unanimidad que Gheorghes S. es culpable de la detención ilegal del comerciante y de haberle dado muerte “sin que éste tuviera posibilidad de defensa”, lo que constituye la agravante de la alevosía, y además también apreció el ensañamiento, por haber “aumentando innecesaria y deliberadamente el dolor” de la víctima.
El jurado rechazó las tres circunstancias atenuantes que había planteado la defensa de Gheorghes S., como la de haber actuado bajo los efectos de las drogas –el jurado ha señalado que no se ha acreditado ningún trastorno ni que fuera consumidor de sustancias tóxicas en grandes cantidades–, la de colaborar con la Justicia –por facilitar la dirección del tercer sospechoso que está fugado– y la de arrepentimiento, por l o que concluyó que los acusados gozaban de plenas facultades intelectivas y volitivas cuando cometieron los hechos.
Tras del veredicto, el fiscalsolicitó una condena 33 años de cárcel por delitos de asesinato y detención ilegal como medio de cometer robo con violencia para Gheorghes S., mientras que para Iuilan I. reclamó 20 años de cárcel: 12 años por el delito de lesiones graves y 8 años por detención ilegal para cometer robo con violencia. Además, pidió para el principal acusado que indemnice a la familia del fallecido con 330.000 euros como consecuencia del fallecimiento; en la cantidad de 295.372 euros por los objetos sustraídos y no recuperados, y con 5.850 euros por la cantidad de dinero en metálico sustraída y no recuperada.
Por su parte, las defensas solicitaron que se les imponga la “pena mínima” posible para estos delitos y el abogado de Gheorghes S. llegó a afirmar que de acuerdo con el veredicto del jurado “los hechos no dan para más”.
Durante sus conclusiones finales, tanto la Fiscalía como la acusación particular afirmaron que no existía ninguna prueba de que los atacantes actuaron bajo los efectos de alcohol y droga, tal y como ha declarado probado jurado. Asimismo, añadieron que la dirección del tercer implicado fue facilitada por la familia de Gheorghe S. y no por el propio acusado.