La contaminación por ozono marca el valor más bajo en una década
● Un informe de Ecologistas en Acción destaca que el 4% de la población andaluza sigue respirando un aire perjudicial
No todo es una mala noticia en el año del coronavirus. Como era de prever, los niveles de ozono troposférico –un gas tóxico que funciona como un indicador de la contaminación– han sido significativamente más bajos que en años anteriores. En el conjunto de los puntos de medición andaluces, los valores máximos no permitidos se han reducido un 34%, según las recomendación de la OMS, respecto al promedio del periodo 2012-2019, siendo las registradas en 2020 las más bajas de la última década.
La disminución general de la movilidad y de la actividad económica derivada del estado de alarma y el Covid-19 ha provocado un alivio en este contaminante para los andaluces, no obstante, el ozono troposférico ha continuado afectando a todo el territorio andaluz, con particular relevancia en los puntos de la Bahía de Algeciras y la aglomeración de Málaga, según señala el estudio estatal elaborado por Ecologistas en Acción, que subraya la mejoría registrada en las zonas industriales de Carboneras (Almería), Huelva y Puente Nuevo (Málaga), que tiene sus centrales termoeléctricas paradas; en la Bahía de Cádiz –donde la captura de datos ha sido baja–; y en la aglomeración de Granada, con una reducción del número de días con mala calidad del aire de en torno al 50%.
De manera puntual, señala el mencionado informe, el ozono ha aumentado en algunas estaciones industriales y urbanas de la Bahía de Algeciras (Cortijillos y Campamento), Almería (Mediterráneo), Córdoba (Lepanto), Málaga y Costa del Sol (Carranque, El Atabal y Marbella), y Sevilla (Torneo), probablemente, cita el colectivo ecologista, por la “fuerte disminución en las vías urbanas citadas del monóxido de nitrógeno, contaminante que destruye el ozono, derivada de la menor movilidad motorizada durante el estado de alarma y meses posteriores”.
El cuadro general de Andalucía es el de un territorio con nueve focos principales de contaminación: las zonas industriales de Carboneras (Almería), la Bahía de Algeciras (Cádiz), Puente Nuevo (Córdoba) y Huelva, la Bahía de Cádiz y las áreas metropolitanas de Córdoba, Granada, Málaga y Sevilla. Los cinco primeros casos tienen la actividad industrial y portuaria como principales fuentes de contaminación, destacando hasta su cierre las centrales térmicas de carbón de Carboneras, Los Barrios y Puente Nuevo, así como los complejos petroquímicos de Palos de la Frontera y San Roque. En los cuatro últimos casos con el tráfico rodado como causa principal.
La contaminación generada en estos lugares se extiende por el resto del territorio andaluz y se transforma en ozono, que acaba incidiendo negativamente en las zonas rurales interiores.
Toda la población andaluza ha seguido respirando en 2020 un aire perjudicial para la salud según las recomendaciones de la OMS, siendo 330.000 los andaluces, que supone el 4% de la población.