El apoyo de Bildu al Presupuesto compromete a Ciudadanos
● El Gobierno confía en superar hoy las siete enmiendas a la totalidad del PP, Vox, JxCAT, CC, Foro Asturias, BNG y la CUP a sus Presupuestos ● Cs quedará marginado en la negociación
La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, urgió ayer a la unidad para rechazar hoy las siete enmiendas que piden la devolución de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2021, unas “cuentas de país” y no de partido que ayudarán a afrontar las consecuencias económicas de la pandemia.
El voto favorable de Bildu a los presupuestos del Estado, anunciado ayer por Arnaldo Otegi, ha inclinado la balanza de los apoyos a las cuentas públicas del lado de los partidos que hicieron posible la in
Montero presume de realismo mientras PP y Vox preguntan por la factura separatista
vestidura de Pedro Sánchez, mientras aleja a Ciudadanos.
El Pleno del Congreso debatió ayer las enmiendas a la totalidad presentadas por el PP, VOX, JxCAT, CC, Foro Asturias, BNG y la CUP, que criticaron unas cuentas por diferentes motivos, bien porque faltan inversiones para sus territorios o porque suben impuestos a las clases medias y aumentarán la deuda y el desempleo.
Además, el PP y Vox acusaron al Gobierno de llevar al Congreso unas cuentas para pagar las facturas de sus socios de investidura, los separatistas, y lamentaron que también vaya a contar con un partido que apoyó el terrorismo como EH Bildu, que ayer anunció que, salvo sorpresas, votará favorablemente al Presupuesto.
Montero, en su defensa del proyecto de Ley de Presupuestos Generales del Estado, criticó la “irresponsabilidad manifiesta” de estas enmiendas y reclamó “política útil” y no vetos cruzados que “sólo nos lleva al inmovilismo y a la frustración”.
La ministra, que anunció que el próximo martes el Consejo de Ministros bajará el IVA de las mascarillas del 21 al 4% y también el precio máximo de venta de las mascarillas quirúrgicas, señaló que el aumento de ingresos previsto “es realista” y rechazó las críticas a unas previsiones macroeconómicas desfasadas.
Repasó todas las medidas de ingresos y gastos y entre las fiscales –que incluyen desde la subida del IRPF para rentas altas a las menores exenciones en el impuesto de sociedades– citó el aumento del impuesto de hidrocarburos para el diésel, a pesar de que tanto PNV como Ciudadanos han pedido su retirada en el marco de las negociaciones presupuestarias.
La ministra defendió unos presupuestos que aportarán una renta media indirecta de 5.321 euros a cada ciudadano y reiteró que es momento de que los partidos aporten su granito de arena para que haya recuperación lo antes posible, porque igual que los sanitarios, “no se rinden”.
“El desacuerdo es sano pero ojalá sea el origen del consenso que necesitamos ahora”, indicó, al tiempo que cifraba en 216.000 millones de euros el impacto de todas las medidas económicas aprobadas hasta ahora para afrontar el Covid-19 y advirtió de que sin ellas el PIB habría caído hasta el 25%.
Sin embargo, los partidos enmendantes pidieron la devolución de estas cuentas porque son insuficientes y mientras el PP y Vox señalaron que llevarán al país a la ruina, JxCAT y el BNG argumentaron que faltan inversiones en sus territorios.
El líder del PP, Pablo Casado, dijo que son las cuentas del “despilfarro, del déficit y del desempleo” y exigió saber qué ha pactado el Gobierno con Bildu para lograr su apoyo.
Casado defendió que la hoja de ruta de Sánchez es “pactar con aquellos que quieren destruir la nación”, y lamentó que haya elegido los extremos en lugar del centro.
Montero lamentó que el PP “busque la confrontación para derribar a un Gobierno” en un momento de pandemia y le ha reprochado hacer “antipolítica” y recurrir a las mentiras.
La portavoz de JxCat en el Congreso, Laura Borràs, consideró por su parte que el proyecto presupuestario “resulta insuficiente para afrontar los retos sociales y económicos de la sociedad catalana”, por lo que su partido sería “irresponsable” si no exigiera una mejora.