La Universidad Pablo de Olavide elige hoy a su nuevo rector
El censo lo componen 12.000 electores La universidad ha facilitado certificados para que los estudiantes puedan ir a votar
La Universidad Pablo de Olavide (UPO) elige hoy al que será su rector los próximos cuatro años, una cita electoral que supone el fin en este cargo de Vicente Guzmán. Dos candidaturas son las que se enfrentan en las urnas para asumir esta responsabilidad al frente de la segunda universidad pública de Sevilla, las que encabezan Francisco Oliva y Esteban Ruiz, respectivamente.
A estas elecciones están llamados a participar 12.000 electores, los que conforman un censo compuesto por docentes, alumnos y personal de administración y ser
Oliva apuesta por mejorar la financiación y Ruiz por reducir el número de altos cargos
vicios (PAS). Los comicios tienen lugar después de que la comisión electoral considerase que la convocatoria no incumple las últimas restricciones establecidas por la Junta de Andalucía para hacer frente al pico de la segunda ola del Covid-19. Con tal fin, la UPO ha facilitado certificados específicos para que los estudiantes puedan acudir al campus universitario.
A lo largo de las últimas semanas los candidatos han dado a conocer el programa con el que se presentan a estas elecciones. En ambos hay puntos de coincidencia, pero también los separan las distintas perspectivas de enfoque para mejorar la gestión de la Olavide. Mientras que el principal objetivo de Oliva es aumentar la financiación que recibe la institución académica, para Ruiz el cambio debe venir precedido por una reestructuración del equipo de gobierno que suponga una reducción de altos cargos y, por consiguiente, un importante ahorro.
Francisco Oliva es catedrático de Derecho Civil. Su vinculación con la UPO comenzó en 2005. Durante seis años ejerció de vicesecretario y secretario general de esta universidad, cuando se encontraba regida por Juan Jiménez. Por su parte, Esteban Ruiz es catedrático de Antropología Social. Conoce bastante bien la realidad de la Olavide, donde ocupó el cargo de director general y vicerrector de profesorado.
Los dos parten de una situación coincidente que quieren revertir. Para Oliva, en esta universidad se respira actualmente un ambiente de “desencanto, apatía y descontento” que deja en el olvido el espíritu con el que se fundó a finales de los 90. Para Ruiz, dicho panorama se traduce en una “inercia degenerativa” que viene produciéndose desde hace años y que no es achacable sólo al último periodo de gobierno.
La solución que ofrecen ambos para cambiar este contexto es distinta. El catedrático de Derecho Civil centra su programa en dos pilares básicos: la digitalización completa de la universidad (iniciada a raíz de la pandemia)
y la sosteniblidad del campus a través de una creciente peatonalización y la instalación de placas solares. Unas propuestas que se completan con un fin primordial y que para Oliva resulta “irrenunciable”: el logro de una financiación “justa” para la Olavide y la búsqueda de ingresos por medio de otras convocatorias públicas.
Esteban Ruiz, sin embargo, considera que para acabar con la “inercia degenerativa” debe, antes de nada, modificarse la estructura actual del equipo de gobierno, en el que la figura del rec
tor ha de tener más desempeño en la gestión directa de la universidad, de ahí que proponga situarlo al frente de las políticas de la comunidad educativa –que tiene entre otros objetivos aumentar la participación del alumnado en las decisiones que se tomen– y del diseño de la oferta académica.
Ambos también abogan por la reducción de la burocracia en la universidad y mejorar la inserción laboral de los egresados. Ruiz contempla crear una delegación del rector para que, a través de un análisis, se logre “racio
nalizar” los procesos administrativos en esta institución. Oliva apuesta por un proyecto de emprendimiento que de cobertura a todas las iniciativas de carácter empresarial que acoja la UPO.
Por su puesto, la delicada situación que atraviesa la comunidad universitaria con la pandemia está presente en ambos programas. El de Oliva incluye un paquete de medidas para el estudiantado, mientras que el de Ruiz prevé un plan de choque con el que dar respuesta a los problemas surgidos con esta crisis sanitaria y económica.