Los asesinos de Jiménez Becerril, más cerca del País Vasco
Los etarras Mikel Azurmendi y Maite Pedrosa son trasladados de la cárcel de Valencia a la de Zuera, en Zaragoza
La Secretaría General de Instituciones Penitenciarias ha acercado a cárceles más próximas al País Vasco a otros cinco presos de ETA, entre ellos a dos condenados por el asesinato en Sevilla del concejal del PP Alberto Jiménez-Becerril y de su mujer, Ascensión García. La Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) ha condenado estos acercamientos, que ya superan el centenar desde que Pedro Sánchez llegó al Gobierno y Fernando Grande-Marlaska es ministro del Interior, una decisión que enmarcan en la negociación para aprobar los Presupuestos Generales del Estado, contando con el apoyo de EH Bildu.
Entre los cinco etarras acercados están Mikel Azurmendi Peñagaricano y Maite Pedrosa Barrenechea, que pasan de Valencia a la cárcel de Zaragoza. El primero fue condenado a 30 años como responsable del asesinato del matrimonio Jiménez-Becerril, entre otros crímenes, y la segunda también por su participación en el crimen del concejal sevillano. De Azurmendi Peñagaricano y Pedrosa Barrenechea asegura Instituciones Penitenciarias que han aceptado la legalidad penitenciaria. “Rechaza la violencia y ha remitido escrito en el que reconoce el daño causado a las víctimas”, señala el organismo dependiente del Ministerio del Interior. Los dos han sido progresados a segundo grado.
El historial criminal de Azurmendi Peñagaricano incluye otros asesinatos como el de Miguel Peralta Utrera (36 años de condena) o Juan José Hernández Rovira (52 años de condena); la condena se elevó a los 208 años por matar a Francisco Joaquín Martín Moya, César García Contonente y Francisco Veguillas, así como a 351 años por el de Miguel Ángel Ayllón Díaz-González. La lista de asesinatos de Maite Pedrosa Barrenechea incluye a Fernando Jiménez Pascual y Miguel Ángel Ayllón.
Los otros etarras acercados son José Ángel Lerín Sánchez (trasladado a Zuera, Zaragoza), autor de una mochila-bomba en el hotel Port Denia (Alicante); los otros dos van a la cárcel de San
Sebastián: Oskarbi Jáuregui Amundarain, que atentó contra el periodista Gorka Landaburu y colaboró en otros asesinatos, y Oier Andueza Anchía, que cumple condena por pertenencia a banda armada y dos tentativas de asesinato, entre otros delitos.
Según la AVT, son ya 103 presos de ETA trasladados con el Gobierno de Sánchez, de los que 18 son directamente al País Vasco y Navarra. 25 tienen delitos de sangre y otros 15 han sido progresados al tercer grado o régimen de semilibertad (entre ellos, cinco con delitos de sangre). “Hoy si cabe desde la AVT escribimos estas líneas más preocupados que nunca, ya no por los acercamientos, sino por esas palabras del vicepresidente segundo del Gobierno que dinamitan absolutamente toda la Verdad de lo que ha sucedido en este país, permitiendo que sean los verdugos los que ganen la batalla del relato y encima gobiernen España”, señaló esta asociación.
El presidente de la Junta, Juanma Moreno, calificó ayer de “inadmisible” la decisión del Gobierno de trasladar a los asesinos del matrimonio Jiménez-Becerril. “Son desgarradoras decisiones como ésta e inadmisibles como cesión para recabar apoyos a los Presupuestos Generales”, escribió Moreno en su cuenta de la red social Twitter.
Por su parte, el portavoz del Grupo Popular en el Ayuntamiento de Sevilla, Beltrán Pérez, mostró su rechazo al “intolerable” traslado de estos presos etarras y pidió al alcalde, Juan Espadas, que se posicione de manera contundente contra ello, “como alcalde de la mayor ciudad de España gobernada por el PSOE y especialmente azotada por el terorismo”. “Nunca un presupuesto le ha salido tan caro a un país y a una ciudad como Sevilla”, criticó Pérez.