De Aranda a Barcelona, la ruta de la negociación salarial
El impacto de la pandemia de la Covid-19 y las consecuencias económicas de la misma han hermanado estos días a dos clubes tan distintos y tan distantes como el Barcelona y la Arandina de Tercera, que coinciden en la negociación de una rebaja salarial en sus plantillas del 30%.
El Barcelona lo hace desde el pasado 21 de octubre, de momento sin éxito, y la Arandina se ha dirigido recientemente a la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE) para comunicar que debe abordar un recorte de sueldos para mantener su viabilidad.
El lunes el presidente del sindicato, David Aganzo, ya estuvo en Aranda de Duero y el martes hizo un nuevo viaje desde Madrid para participar en otra mesa de negociación en Barcelona, tal y como ha hecho desde que empezó el diálogo entre el club y sus futbolistas, que se dieron de plazo hasta ayer para alcanzar un acuerdo de momento lejano.
La gestora que encabeza Carles Tusquets y que preside el club desde la dimisión de Bartomeu y su junta el 27 de octubre es la que maneja la negociación con el objetivo de reducir un 30% la masa salarial de futbolistas y empleados del expediente de regularización temporal de empleo (ERTE).
La difícil situación financiera y el impacto que la pandemia tiene en las cuentas del club, con un descenso de ingresos del 30% y una afectación total, no solo en el último trimestre como ocurrió en el anterior ejercicio, es el argumento de la entidad para defender la medida.