El Reino Unido se queda sin oxígeno
● Johnson alerta de que las existencias se están agotando en algunos hospitales públicos ● Alemania inicia un confinamiento más estricto en un mar de dudas
El primer ministro británico, Boris Johnson, afirmó ayer que la pandemia en el Reino Unido está “en un momento peligroso” y alertó de que se empieza a registrar un déficit de oxígeno para los pacientes en algunos hospitales públicos.
En declaraciones a la prensa durante una visita a un centro de vacunación en Bristol (suroeste de Inglaterra), Johnson admitió que el país afronta “una dura batalla” ante el aumento de los contagios por una nueva cepa más transmisible, que ha dejado a muchos centros sanitarios casi desbordados.
Aunque ya se ha vacunado a dos millones de personas y el Gobierno habilitó ayer siete centros de vacunación masiva para impulsar su programa de inmunización, se trata de “una carrera contrarreloj”, afirmó.
“Todo el mundo puede ver la presión a la que está sometido el servicio nacional de salud (NHS, siglas en inglés), la demanda en las unidades de cuidados intensivos, la presión sobre las camas con ventilación, incluso una escasez de oxígeno en algunos lugares”, declaró el conservador Johnson, que instó a la población a respetar el confinamiento.
Los responsables de diversas autoridades sanitarias han avisado de que existe presión sobre el suministro de oxígeno en algunos centros hospitalarios, a medida que aumentan los pacientes ingresados con Covid.
La BBC informó ayer de que el departamento del NHS para los condados de Mid y South Essex (este de Inglaterra) ha enviado una carta al Hospital de Southend, en esa zona, para que “reduzca” la cantidad de oxígeno que administra a los enfermos, a fin de permitir una gestión “más eficiente”.
“Hemos llegado a una situación crítica con el suministro de oxígeno. Es imperativo que usemos el oxígeno de manera segura y eficiente”, se afirma en el documento, al que ha tenido acceso la cadena pública.
Alemania se sumió ayer por su parte en una fase aún más estricta de su segundo confinamiento, con la incertidumbre sobre su duración, el temor a las consecuencias económicas y las crecientes tensiones por su aplicación entre el Gobierno central y los länder. Al menos hasta final de mes los colegios permanecerán cerrados –al igual que el ocio, la cultura, la gastronomía y los comercios no esenciales– y los residentes de los distritos con mayor incidencia no pueden alejarse más de 15 kilómetros de su localidad, para atajar la propagación de la pandemia.
Éstas fueron algunas de las medidas acordadas el martes por la canciller alemana, Angela Merkel, y los líderes de los 16 estados federados, que limitaron las reuniones privadas los convivientes más un persona de fuera del domicilio.
Italia ha registrado a su vez 448 muertos por coronavirus en las últimas veinticuatro horas, una cifra en la media de los últimos días, y 12.532 nuevos contagios, mientras el Gobierno ultima nuevas medidas para capear un posible repunte tras la Navidad. El aumento de los fallecidos, superior a los 361 reportados el domingo, eleva el balance a las 79.203 víctimas mortales desde que se desató la emergencia, a mediados de febrero de 2020.
Italia suma otros 448 muertos por coronavirus en un día mientras teme un nuevo repunte