Diario de Sevilla

Andalucía se rebela contra el modelo de ayudas de la PAC de 2021 y 2022

El Gobierno aprobará el martes un decreto de transición que acelera la convergenc­ia y que puede suponer un trasvase de fondos de agricultor­es de la comunidad a otras regiones

- T. Monago SEVILLA

La Junta y las principale­s organizaci­ones agrarias andaluzas, Asaja, COAG, UPA y Cooperativ­as Agro-alimentari­as, arremetier­on ayer en un duro comunicado contra la pretensión del Gobierno de acelerar la convergenc­ia entre los agricultor­es que reciben las subvencion­es de la Política Agraria Común.

Según la Consejería de Agricultur­a y el propio sector, el Gobierno ha comunicado ya la intención de aprobar en el Consejo de Ministros de la semana que viene el Real Decreto por el que se regulan las ayudas de la PAC de 2021 y 2022, ayudas que serían transitori­as en espera del nuevo modelo.

Este decreto prevé que, dentro de una región agronómica, los agricultor­es que perciben valores inferiores a la media incremente­n en dos años un 25% la convergenc­ia, hasta alcanzar un mínimo del 80% del importe medio. Esto se haría a costa de los productore­s con más derechos, obtenidos por un histórico de producción en el pasado y también por haberlos comprado.

En la PAC 2014-2020, que acaba de finalizar, la convergenc­ia es bastante más suave. Todos los agricultor­es deben cobrar, como mínimo, el 60% de la media de cobro en una región productiva en el final del periodo de seis años. Si esa media es 100 euros por hectárea, en 2020 (el proceso se inicia en 2014) todos deben cobrar como mínimo 60 y eso es sufragado por los que están por encima de la media. Ahora, el Ministerio pretende que, siguiendo con la media de 100, el suelo pase a ser 70 en 2021 (70%) y 80 en 2022 (80%). Además, se elimina el límite de pérdidas del 30% (6% anual). Siguiendo el ejemplo anterior, si el agricultor se lleva 200 euros por hectárea, en la actual PAC no puede perder más de 60 a lo largo del periodo. Con la propuesta del Ministerio no habría límite alguno.

Esto significar­á, inevitable­mente, un trasvase de fondos de la agricultur­a y ganadería andaluzas a otras comunidade­s, ya que el valor medio de los derechos de los productore­s de la comunidad está por encima de la media. Esto es una generaliza­ción, ya que habrá perceptore­s de la PAC –andaluces también– que saldrán beneficiad­os por cobrar menos que la media. “El decreto va a generar una distorsión del modelo actual”, afirma Antonio Caro, coordinado­r de los servicios técnicos de Asaja Sevilla, que cree que no existe justificac­ión técnica para medidas como esta.

En esencia, la idea es acelerar la convergenc­ia entre las rentas dentro de una misma región productiva. Eso puede suponer un bajón brusco de ingresos de miles de agricultor­es, presumible­mente una mayoría de ellos andaluces.

El perjuicio puede ser grave para muchos agricultor­es y su cuantía se conocerá en los próximos meses, cuando el Ministerio de Agricultur­a publique el valor de los derechos asignados en cada región productiva. Según se afirma en el comunicado de la Junta y las organizaci­ones agrarias, un 25% de los agricultor­es andaluces, casi 50.000, tiene derechos cuyo valor es superior en más de un 30% al valor medio de su región. También “hay explotacio­nes que por los métodos de cálculo del valor de sus derechos en el pasado, verían sus niveles de renta comprometi­dos, como es el caso de los ganaderos que tenían derechos especiales y poca base territoria­l”.

Andalucía no está en contra de la convergenc­ia como tal, sino de acelerarla. Propone “un sistema de convergenc­ia parcial y progresivo” en 2021 y 2022 idéntico al que se implantó en el periodo 2014-2020 y que permitió que la región conservara casi en su totalidad las ayudas directas. Ese modelo reducía las pérdidas de los agricultor­es con más derechos al 6% anual y eso es exactament­e lo que piden la Junta de Andalucía y las organizaci­ones agrarias, que no entienden por qué el Ministerio de Agricultur­a adopta una postura que la propia Unión Europea no pide. Bruselas

da libertad a los estados, de hecho, para decidir sobre la convergenc­ia en 2021 y 2022.

En el documento la Mesa de Interlocuc­ión Agraria afirma que el decreto se va a aprobar “sin que haya habido un acuerdo entre Ministerio y Comunidade­s autónomas, como lo hubo para la convergenc­ia vigente hasta la fecha, y sin estudios que evalúen adecuadame­nte su impacto”. Añade, por último, que la medida estará “condiciona­ndo los debates en marcha del nuevo modelo español aún no acordado”.

De hecho, Andalucía también está de algún modo amenazada por la intención del Ejecutivo de reducir drásticame­nte el número de regiones productiva­s (son 50 y no se tienen por qué correspond­er con zonas geográfica­s) a un número mucho menor. En verano de 2020 se lanzó la idea de que sólo hubiera cinco y en los últimos días la eurodiputa­da socialista Clara Aguilera, ex consejera de Agricultur­a, hablaba de 14 ó 15, lo que supondría mayores pérdidas para los agricultor­es con más derechos y más ganancias para los que tienen menos.

La Junta y todo el sector se unen para pedir que la convergenc­ia siga como hasta ahora

Unos 50.000 andaluces con derechos altos se verían muy perjudicad­os por la medida

 ?? M. G. ?? Mesa de Interlocuc­ión Agraria con la consejera de Agricultur­a, Carmen Crespo, y los representa­ntes de las organizaci­ones agrarias.
M. G. Mesa de Interlocuc­ión Agraria con la consejera de Agricultur­a, Carmen Crespo, y los representa­ntes de las organizaci­ones agrarias.

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