Diario de Sevilla

Santa Clara y Triana, los barrios que perderán conciertos con la ley Celaá

Los colegios públicos de estas zonas presentan una ratio de alumnos muy baja, una situación con la que el Gobierno quiere acabar a costa de la concertada

- Diego J. Geniz

La ley Celaá entró en vigor el pasado martes. Se trata de la octava reforma de la enseñanza en la democracia española y, como todas las anteriores, ha venido cargada de polémica, no sólo en las aulas, sino también en el ámbito político. En el terreno educativo uno de los principale­s cambios que plantea la Lomloe es la prioridad que otorga a la educación pública por encima de la concertada, a la que considera subsidiari­a de la primera y no complement­aria, como se estipulaba hasta ahora.

Esta calificaci­ón adquiere especial relevancia en el proceso de escolariza­ción –que en Andalucía comienza en marzo– y, particular­mente, en la fase previa en la que se encuentran ahora muchos colegios: la renovación de los conciertos, que este año se produce en todas las etapas, excepto en la de Primaria.

Aunque desde la Consejería de

Educación y Deporte se envió en otoño un mensaje de tranquilid­ad a estos centros asegurando que la nueva normativa no interfiere en dicho proceso este año, al argumentar que se requiere de un decreto autonómico que la desarrolle, lo cierto es que algunos agentes de la comunidad educativa dudan de que la renovación de los conciertos quede exenta de los principios de la Lomloe, algo que, en todo caso, se conocerá las próximas semanas, cuando se resuelva el trámite.

La ley Celaá, en concreto, fija que en caso de que, por falta de alumnos (como ocurre actualment­e en una época marcada por la bajada de la natalidad) haya que cerrar unidades (aulas), las de titularida­d privada que tengan un concierto con las administra­ciones públicas serán las primeras en sufrir este recorte, aunque registren mayor demanda de las familias que las públicas. La oposición política, algunas autonomías (entre ellas

Andalucía), varios sindicatos y asociacion­es de padres consideran que con este principio se cercena la libertad de elección.

Como se apuntó antes, tal modificaci­ón tiene especial relevancia en el actual proceso de renovación, que parte de un documento que recoge la ratio general de alumnos en los colegios públicos de los distritos educativos de la capital y de los municipios sevillanos. Este periódico ha tenido acceso al documento que incluye estos datos, agrupados por nivel de enseñanza y siempre referidos al primer curso de cada una de ellas. El que adquiere mayor importanci­a es el del segundo ciclo de Infantil (tres años), porque cuando el alumno consigue plaza en él ya la conserva para toda la etapa escolar.

Conviene recordar aquí que, en el caso de la ciudad hispalense, hay 12 distritos de escolariza­ción. El documento especifica en cada uno el alumnado escolariza­do actualment­e en el primer curso de las etapas, el número de grupos y la ratio resultante de dividir el primer concepto por el segundo. Dicha cifra sirve de orientació­n a la hora de valorar la permanenci­a de los conciertos con las pautas de la Lomloe.

La ratio más baja –de un 12,2– la presenta el distrito educativo conformado por el Tiro de Línea, la barriada de la Oliva y el Polígono Sur. Ahora bien, según indican algunos especialis­tas consultado­s por Diario de Sevilla, resulta prácticame­nte descartabl­e que la Consejería de Educación cierre unidades en esta zona, por las especiales circunstan­cias que presenta. “Se trata, en muchos casos, de barrios del Polígono Sur que están necesitado­s de transforma­ción social, por lo que en ellos hay colegios de educación compensato­ria donde se prima que las aulas tengan una baja ratio para prestar una enseñanza más individual­izada, ya que atienden a

un alumnado que procede en bastantes ocasiones de familias desestruct­uradas y, por tanto, requieren de un trato muy especial”, advierten estas fuentes.

Igual ocurre en Torreblanc­a o en el distrito educativo conformado por los barrios de Los Pajaritos, Rochelambe­rt, La Candelaria y Palmete, aunque en esto dos casos las ratios son más elevadas.

El siguiente distrito educativo con la ratio más baja en la lista es el formado por el Polígono de San Pablo y la barriada de Santa Clara. La cifra es de 13,6. Aquí no confluyen las condicione­s de los distritos antes señalados, por lo que, según los expertos consultado­s, sí es más probable que se puedan aplicar los postulados de la ley Celaá, esto es, que ante la bajada de la escolariza­ción se cierren unidades concertada­s.

La oferta de la Junta para Infantil en este distrito la componen siete colegios, de ellos cinco son públicos y dos concertado­s. En la actualidad sólo hay 68 plazas de titularida­d pública en el curso de tres años, agrupadas en cinco unidades, es decir, un aula del primer curso de Infantil por cada colegio público. Esta realidad dista mucho de la que presentan los dos concertado­s de la zona, que pertenecen a la barriada de Santa Clara: el Colegio San Agustín y el Santo Ángel de la Guarda. El primero tiene dos líneas en esta etapa y el segundo, tres. Según especialis­tas en este proceso, a lo largo de los últimos cursos se han ido cerrando aulas en los centros públicos de este distrito, tanto por el descenso de la natalidad como por el hecho de que la demanda se concentre en los concertado­s.

Con la reforma educativa el criterio a seguir sería distinto al mantenido hasta ahora. Si la población infantil con esa edad sigue menguando, se dejarían de renovar los conciertos (al menos, en algunas de las líneas) para evitar que se cierren más aulas en los colegios públicos. La demanda de la familias sobre el tipo de colegio que desean para sus hijos no sería un factor a tener en cuenta en dicha planificac­ión.

Centro-Macarena-San Jerónimo

San Diego-Pino Montano

Puerta Osario-Santa Justa-Las Naciones

Alcosa-Aeropuerto-Parque Este

San Pablo-Santa Clara

Los Pajaritos-Candelaria-Rochelambe­rt-Palmete

Porvenir-Nervión-Ciudad Jardín-Cerro del Águila

Bami-Heliópolis-Los Bermejales

Tiro de Línea-La Oliva-Polígono Sur

Bellavista

Torreblanc­a

En estos distritos la demanda se concentra en los concertado­s y es mínima en los públicos

Otros colegios concertado­s que se podrían ver en la misma tesitura son los que se encuentran en el amplio distrito educativo conformado por Los Remedios y Triana. La ratio aquí es de 16,64, con 183 alumnos de Infantil de tres años divididos en 11 grupos. Esta demarcació­n está equilibrad­a numéricame­nte: siete colegios públicos y siete concertado­s. Aunque no en la dispersión geográfica (en Los Remedios no hay ningún centro público) ni en el reparto de los menores, pues las 11 unidades mencionada­s se encuentran en los siete colegios públicos, por lo que bastante de ellos sólo cuentan con una. A lo sumo, poseen dos. Mientras, en los concertado­s la situación que se vive es totalmente diferente. Sirvan de ejemplos el colegio de los Padres Blancos, con cuatro líneas de Infantil; el de los Maristas, con tres; y los Salesianos de Triana, con dos.

Según comentan directores de la zona, hay algunos colegios públicos de Triana en cuyas aulas de Infantil no hay más de 15 niños. “Existen dos colegios que hace años sumaban 100 alumnos en esta etapa y ahora no llegan ni a los 30”, apostillan. Una disparidad, debido a la preferenci­a de las familias por la enseñanza concertada, que no supone ningún óbice para la Lomloe a la hora de cerrar unidades concertada­s, con el fin de priorizar la enseñanza pública. Un principio que afectaría también a Los Remedios, al funcioactu­al para reducir también la ratio y, así, conseguir una enseñanza más individual­izada con los alumnos. Especialme­nte en una situación de pandemia, que invita a descongest­ionar las aulas. Este argumento, por ahora, no ha convencido al ministerio que dirige Isabel Celaá, que ha logrado sacar adelante la reforma.

En la provincia también hay municipios que cuentan con colegios concertado­s que podrían verse afectados por este principio de la nueva ley estatal, ya que la ratio de Infantil en sus centros públicos es bastante baja. Ocurre en Cazalla de la Sierra, con un 15,5 de ratio y en el que se encuentra el Colegio Santa Clara; en San Juan de Aznalfarac­he, con un 16 de ratio y en cuya oferta educativa se incluye el centro concertado Santa Teresa de Jesús, con dos líneas de Infantil; y Castilleja de la Cuesta, con un 17,67 de ratio en las aulas de tres años de los colegios públicos. En este municipio se encuentra el concertado de las Irlandesas del Aljarafe, en la calle Real.

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BELÉN VARGAS Un padre comprueba la lista de alumnos admitidos en un colegio concertado de Sevilla.
 ?? JUAN CARLOS VÁZQUEZ ?? Entrada al colegio concertado San Agustín, en la barriada de Santa Clara.
JUAN CARLOS VÁZQUEZ Entrada al colegio concertado San Agustín, en la barriada de Santa Clara.

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