El aroma a marihuana que se respira en el Polígono Sur
● El barrio se ha convertido en una gigantesca plantación, y eso ha traído averías
Nadie quiere decirlo explícitamente, porque sabe que se la juega, pero el verdadero problema que origina los cortes en luz en el Polígono Sur es el de los enganches ilegales a la red para instalar plantaciones de marihuana. Algunas zonas del barrio, como Las Vegas o Los Verdes, han sido colonizadas por la marihuana y hay cultivos en un buen número de viviendas de estas zonas. Los enganches ilegales se aprecian en un simple paseo.
Esto ha generado una sensación de hartazgo entre los vecinos de bien, que no entienden cómo no se pone en marcha una campaña integral contra la marihuana, que está alterando seriamente la convivencia en el barrio. “Aquí no cogemos el coronavirus porque estamos inmunizados, porque respiramos marihuana”, dice un hombre que prefiere permanecer en el anonimato.
Los vecinos echan en falta una gran operación policial que acabe con los cultivos ilegales. “Todo el mundo sabe lo que hay aquí, no entendemos por qué no hacen nada”, dice otra persona que vive cerca de una de las zonas con más cultivos. Es cierto que la red puede ser obsoleta, pero también lo es en otros barrios de Sevilla en los que la luz no se va. O al menos no con tanta frecuencia.
El portavoz de la asociación de vecinos Martínez Montañés, Rafael Pertegal Santiago, pide que se aceleren las gestiones de las administraciones para que los vecinos no sufran estos cortes de luz con tanta frecuencia. “Es urgente, hay familias con personas mayores que necesitan camas eléctricas o respiradores que no pueden estar mucho tiempo sin luz. O incluso los niños pequeños, que ha habido noches de frío sin poder calentarse”, dice este representante vecinal, que pide una mayor implicación de la administración en este asunto.
Conforme se adentra uno en Los Verdes, una parte de la barriada de Murillo llamada así por el color de sus fachadas, se observan indicios del problema de la electricidad. Hay arquetas que han saltado y se han quedado los huecos abiertos en el suelo, deficientemente cubiertos con vallas que alguien ha derribado y convertidos en pequeños vertederos. El riesgo de incendio es grande. Ya los ha habido en varios transformadores de la zona, que han ardido en los últimos meses.
La oficina del comisionado creó hace años una mesa para luchar contra los cultivos de marihuana, pero parece haber servido de poco. La Policía Nacional ha reordenado ahora los grupos antidroga de la Udyco para dedicar uno especialmente a los cultivos de cannabis, la droga que más ha crecido en Sevilla en los últimos años, con mucha diferencia sobre el resto. La proliferación de plantaciones de marihuana ha traído consigo rencillas, peleas, deudas, enfrentamientos armados y también homicidios. No ha sido de mucha ayuda desde luego para un barrio que lleva desde hace tiempo el estigma de ser el más pobre de España.